Mínima cirugía de próstata

Dr.François Peinado. Urólogo & Andrólogo

La Hiperplasia benigna de próstata (HBP) es la patología más frecuente que atiende el urólogo en la consulta. Los tratamientos medicamentosos son efectivos durante un tiempo, aunque muchos tienen efectos secundarios: sequedad de boca, mareos, alteración del deseo sexual, problemas de erección, estreñimiento, eyaculación retrógrada, etc.

En los últimos años han surgido tecnologías mínimamente invasivas para su abordaje quirúrgico que, por lo general, no requieren ingreso y tienen mínimos efectos secundarios. Además, la principal ventaja añadida estriba en que conservan la eyaculación (el paciente lo hace hacia la vejiga) supone una de las secuelas más importantes reportadas por los hombres tras la intervención (resección transuretral o el láser).

Una de las tecnologías más prometedoras es el Rezum o terapia termal con vapor de agua. Este sistema introduce un dispositivo por vía uretral en la próstata, y genera un vapor de agua que se distribuya por convección en la región obstructiva. Cada aplicación del vapor de agua intraprostático dura unos nueve segundos y el procedimiento en total menos de diez minutos.

Este vapor de agua genera una serie de cambios en el tejido reduciendo el volumen y abriendo la uretra, mejorando los síntomas. El paciente recibe el alta en pocos minutos. Otro sistema es introducir un dispositivo de nitinol en la próstata que simulados hilos y se deja posicionado durante cinco y siete días, se llama iTind. Este proceso dura cinco minutos.

Otro dispositivo es el Urolilft que, mediante la introducción de grapas, abre la próstata mejorando la micción. Las ventajas se estos los convierten en una alternativa muy eficaz frente al tratamiento farmacológico y sus efectos. Ofrecen una mejoría de los síntomas en pocas semanas, no requieren anestesia general, preservan la función eréctil y urinaria y, en la gran mayoría de los casos, no producen eyaculación retrograda.

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