Los avances en el acceso arterial y venoso minimizan el riesgo de hemorragia y hospitalización

Con los sistemas de sutura percutánea de última generación no se produce herida

En el diagnóstico de enfermedades cardíacas y aórticas y su tratamiento, una de las opciones puede ser acceder directamente a la zona a tratar, mediante un catéter guiado por rayos X, a través de un acceso femoral. Este tipo de intervenciones se realizan para detectar patologías, muchas de ellas cardíacas. Se hace mediante la inyección de un líquido de contraste que hace visible las cavidades cardíacas y arterias coronarias, o para tratarlas, mediante el implante de dispositivos como los stents en las arterias coronarias para eliminar sus estrecheces, o bien prótesis valvulares, y también para cerrar orificios anormales en las paredes del corazón.

Antes de las innovaciones tecnológicas actuales, se practicaba una incisión en la piel con el bisturí y se abría la arteria para introducir el catéter hasta llegar al corazón. Una vez realizada la intervención, había que cerrar el agujero de acceso mediante puntos de sutura con visión directa. Si el acceso es por la arteria radial (en la muñeca), el catéter es más fino y no hay tanto riesgo de sangrado, pero si es por la femoral, la hemostasia (la detención de la hemorragia) no siempre puede conseguirse con  la simple compresión manual y se requiere el uso de dispositivo de cierre percutáneo.

Este tipo de herramientas han experimentado grandes avances, hasta ser mínimamente invasivas. “Los dispositivos de cierre se colocan a través de la misma guía que se utiliza para introducir el catéter y, una vez retirado este, se avanza desde la piel hasta el agujero de la arteria y se cierra con un tapón de colágeno, una sutura o un clip”, afirma Juan Sanchís, de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del Hospital Clínico Universitario de Valencia. “El cierre de sutura es uno de los más utilizados y consiste en un dispositivo muy ingenioso que permite colocar un hilo en la pared de la arteria que sutura el agujero arterial o venoso”, añade.

Menos sangrado

Este mecanismo consigue acortar la duración del procedimiento, reduce la frecuencia de sangrados graves y el paciente puede ser movilizado antes. “Los cierres percutáneos permiten realizar la intervención mediante punción externa, y el sellado del agujero se realiza al momento y de forma estéril a través de la piel, de modo que no hay herida quirúrgica”, señala Secundino Llagostera, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, en Badalona. Esta intervención tan mínimamente invasiva logra reducir el riesgo de infección y el paciente puede ser tratado de forma ambulatoria, disminuyendo ingresos hospitalarios y los costes que estos conllevan.

Hemostasia inmediata y duradera a través de la reparación mediante sutura, con cierre seguro.

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