Leer 15 minutos al día en casa: el plan de la concertada para mejorar la comprensión
Esta práctica en voz alta en toda la primaria permite al escolar ganar un curso.
La escuela concertada ha decidido impulsar con ganas la lectura de los alumnos dentro de los centros educativos y fuera, animando a las familias a que lean en casa. Y no solo para mejorar las competencias académicas en lengua y en comprensión lectora, sino también para crear espacios de serenidad en el hogar, reforzando los vínculos familiares que se crean al compartir un libro. Además, si se lee cada día 15 minutos durante toda la primaria se gana un curso escolar.
El objetivo de la campaña #acasallegimenveualta, impulsada por las asociaciones de familias de las escuelas cristianas y la Federació d’Escoles Cristianes, que cuentan con casi 200.000 alumnos en sus centros, es compartir una lectura en voz alta. Cada día, un rato.
“La educación no es solo una cuestión de las escuelas”, explicó ayer Mar Pla, presidenta de la Confederació Cristiana d’Associacions de Pares i Mares d’Alumnes de Catalunya (CCAPAC), “también lo es de las familias”.
Ante los resultados de las competencias básicas de 6.º de primaria, bajos en lengua, y los de comprensión lectora, que sitúan a los alumnos catalanes en la cola del resto de comunidades autónomas y países del entorno, los colegios reforzarán este curso la lectura.
Solo el 50% de los hogares de los alumnos lee, al menos una vez a la semana. Según el Consell Superior d’Avaluació, hay 14 puntos porcentuales de diferencia en competencia de catalán entre los alumnos que menos leen (“alguna vez al año”) y los que más (“más de cuatro días a la semana”). Unos 11 en castellano, 13 en inglés, 12 en matemáticas y otros 12 en medio natural. Son los resultados del informe de competencias básicas del curso 2021-2022, pues aún no se han publicado los del pasado.
El Govern de la Generalitat ha puesto en marcha un plan lector que, entre otras medidas, impulsa un plan piloto que dotará de bibliotecas escolares a 50 centros durante dos años y apoyará a 200 centros más. “Bienvenida sea cualquier iniciativa”, agradece María Gajas, coordinadora de secundaria del centro de las Vedrunes dels Ángels e impulsora del programa en las escuelas y ampas cristianas. “Pero nos parece poco ambicioso. ¿Un plan piloto a estas alturas? Ya sabemos lo que funciona. Lo que necesitan las escuelas es un plan de emergencia”, manifiesta.
Las ampas, coordinadas con los maestros, propondrán una lectura en voz alta de 15 minutos diarios, con recomendaciones de cómo, cuándo, con qué libros, y sugerencias de no desistir del cuento de la noche cuando ya saben leer. “Debe ser un momento de placer”, indica la profesora Gajas. Desde el momento de la elección del libro, la propia lectura y la conversación posterior.
Para ello pide que las bibliotecas del barrio tengan libros en idiomas diversos para que los hijos de inmigrantes puedan leer en su propia lengua. Explica que la biblioteca Sant Pau-Santa Creu en Barcelona tiene un fondo de cuentos en urdú, tagalo y punjabí. “Si queremos que asocien la lectura a un momento de placer es mejor que lean en su lengua materna”, recomienda Gajas. Pero, para ello, debe haber lecturas en la biblioteca. “Los padres, al acompañar a sus hijos, quizás también entonces cojan algún libro o se apunten a alguna actividad”.
Los beneficios son muchos, según detalla Pla. Además de los mencionados, leer en voz alta facilita la expresión oral, la comprensión de textos complejos, mejora la escucha y la atención, “en un mundo de distracciones”, potencia el pensamiento crítico y las habilidades creativas y crea grandes lectores. “Son ratos de calidad, relajados, en los que se generan conversaciones”, indica. “Si el niños está cansado, no hace falta que lea, lo importante es compartir ese rato”. Apunta que esta actividad familiar puede prolongarse más allá de la edad infantil con periódicos, revistas o libros de géneros distintos al cuento.
Los maestros van a ayudar a la campaña generando recursos (recomendaciones, talleres, actividades, blogs, sugerencias de libros por edades, visitas a las bibliotecas). Los alumnos catalanes están en la cola del resto de comunidades y países del entorno en entender lo que leen. Los colegios ven tímido el plan de Educació y piden a las bibliotecas que ofrezcan libros en lenguas de inmigrantes. Carina Farreras
