La estrecha relación entre el deporte y la ansiedad

El 70% de las personas que practican deporte han sufrido ansiedad en algún momento de su vida.

Se ha dado a conocer el estudio multicéntrico “Deporte y Ansiedad” para entender la incidencia del trastorno de ansiedad en las personas que practican deporte. Según los datos de este informe realizado con una muestra de 1.670 personas, el 70% de las personas que practican deporte han sufrido ansiedad en algún momento de su vida.

Es cierto que mantener unos hábitos de vida saludables nos puede ayudar a prevenir este tipo de enfermedades. Aun así, los trastornos de ansiedad se encuentran entre los tipos de enfermedades mentales más comunes y son muchos los factores que pueden intervenir en su desarrollo (como factores genéticos, ambientales, rasgos de personalidad, etc…). Por ello, la ansiedad puede aparecer en cualquier etapa de la vida, en todas las clases sociales y por diversas causas, incluso en personas que practican deporte habitualmente.

Las personas que practican deporte también sufren ansiedad

El deporte aporta grandes beneficios a la salud tanto a nivel físico como mental. Por ello, en esta sociedad en la que experimentamos ritmos de vida frenéticos y cada vez más exigentes, es necesario dedicarle tiempo a hacer ejercicio y a cuidar cuerpo y mente.

No obstante, la ansiedad tiene origen multifactorial y termina afectando a todo tipo de personas. Y según este estudio de Schwabe, este trastorno también impacta en un alto porcentaje a las personas que practican deporte. El laboratorio ha profundizado en esta problemática, buscando ofrecer un punto de vista positivo con el que ayudar a este segmento de la población a entender e identificar el problema, y desestigmatizar la patología.

Según este trabajo “Deporte y Ansiedad“, las situaciones que mayor ansiedad producen en los deportistas son el exceso de trabajo (40%), la incertidumbre (38%) y los problemas económicos (32%).

Hechos que se intensificaron desde la llegada de la crisis de la Covid-19 a nuestro país y su efecto en la práctica de deporte por las múltiples restricciones.

Como desencadenantes de la ansiedad, los encuestados mostraron que, una de las principales problemáticas es la dificultad para conciliar el sueño, que afecta hasta a un 65% de los encuestados y en mayor medida a las mujeres (70% vs. 60% hombres). Asimismo, se suman otros efectos, con mayor prevalencia desde el inicio de la pandemia, como la tristeza (58%) o el estado de nerviosismo (51%), entre otros.

A la hora de atajar este trastorno, el 60,4% de los deportistas que han sufrido ansiedad indica no haber recibido atención psiquiátrica o psicológica.

Como indica Luis Herrera, médico especialista,la ansiedad es una enfermedad silenciosa que tiene un gran impacto en la calidad de vida de la persona que lo padece. Por ello, no debemos normalizar el problema ni restarle importancia. Es fundamental una detección precoz y un tratamiento médico de la ansiedad, para evitar que aumente su gravedad y se cronifique.”

Afrontando el problema y aplicando mecanismos de ayuda

Según los datos del estudio, hasta un 43% de los encuestados creen que su entorno no sabe cómo actuar frente a su ansiedad, pero lo cierto es que existen múltiples herramientas que ayudan a entender este trastorno y aprender a tratarlo. Para facilitar este proceso a los pacientes, la Dra. Inés López-Ibor, ha desarrollado la Guía Con(vivir) con la ansiedad.  López-Ibor, especialista en psiquiatría, nos indicaba que “cada vez son más las personas que viven en un estado de ansiedad casi constante o tienen picos de ansiedad a menudo. Se ha terminado normalizando este estado cuando no es una situación natural para el ser humano. La sociedad debe aprender a identificar los síntomas de este trastorno y poder tratarlos a tiempo“, indicaba la especialista en psiquiatría.

En cuanto a los tratamientos elegidos por los encuestados, un 14% de los deportistas participantes en el estudio declara tomar ansiolíticos recetados por profesionales médicos; un 14% toma productos naturales para reducir la ansiedad, y un 7% toma ansiolíticos de origen natural, adquiribles en la farmacia. Esta última alternativa se convierte en una gran solución, en la que cada vez más pacientes confían, dado que el principal freno para el uso de ansiolíticos son sus efectos secundarios como sedación, dependencia y tolerancia (es decir que con el paso del tiempo se va necesitando mayor dosis para conseguir el mismo efecto ansiolítico).

Los fitofármacos o medicamentos cuyos ingredientes activos se producen a partir de plantas, se han convertido en un tratamiento contrastado que ayuda a los pacientes a tratar la ansiedad de una forma segura”, indicaba Inés López-Ibor. Se trata de un gran avance, pues diversas sociedades científicas llevan tiempo advirtiendo acerca del uso inadecuado de ciertos fármacos, concretamente, las benzodiazepinas, que deben ser prescritas durante un máximo de 2-4 semanas mientras muchos pacientes reciben prescripciones durante años.

De hecho, el 81% de los encuestados estaría dispuesto a probar algún nuevo medicamento, tan eficaz como los químicos, pero con un mejor perfil de seguridad.  de receta médica, hecho que ayuda considerablemente al paciente. M. T. Tous (SyM)

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