Cerca del 40% de pacientes con EPOC morirá de causas cardiovasculares

La terapia multidisciplinar, global e integral puede prevenir las agudizaciones de la EPOC que se acompañan de eventos cardiovasculares, principal causa de hospitalización en EPOC. Las agudizaciones suelen asociar eventos cardiovasculares agudos.

Los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) asocian un riesgo cardiopulmonar más elevado, con una mayor frecuencia de hospitalización y mortalidad por evento cardiovascular en el año posterior a una agudización de EPOC. De hecho, los afectados tienen más probabilidades de presentar enfermedad cardiovascular que la población general, y cerca del 40% de los pacientes con EPOC, morirán de causas cardiovasculares”, explica Nicolás Manito, jefe clínico de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca Avanzada y Trasplante Cardíaco del Hospital Universitario de Bellvitge en L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona.

Los eventos cardiovasculares, sostiene el profesional, son la principal causa de hospitalización en personas con EPOC. “Tienen además mayor riesgo de presentar cardiopatía isquémica, especialmente infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca, arritmias y enfermedad vascular periférica”, indica el profesional.

El profesional es autor del estudio observacional EXACOS-CV ‘Asociación entre las agudizaciones de EPOC y los eventos cardiovasculares agudos en España’ en el que se pone de manifiesto esta estrecha relación.

Concretamente, este análisis, que evaluó a más de 24.000 pacientes en España durante el primer año tras una agudización de EPOC, se observa que el 35,5% de los pacientes sufrió un evento cardiovascular grave (síndrome coronario agudo, insuficiencia cardíaca descompensada, arritmias o isquemia cerebral) o muerte por cualquier causa, y el 9% de ellos fallecieron por causas cardiovasculares.

Manito señala que en el citado informe se ha observado que, durante el seguimiento, el 35,8% de los pacientes de la población general (8.741/24.393) experimentaron ≥ 1 evento cardiovascular grave no mortal (n = 5.910) o muerte por todas las causas (n = 2.831). El evento cardiovascular grave no mortal más frecuente fue la descompensación de la IC (29,8%) y entre las causas de muerte más comunes fueron las relacionadas con enfermedades cardiovasculares (17,6%).

Posibles mecanismos responsables 

Sobre los mecanismos que parecen inducir esa vinculación, el responsable de la Unidad de IC Avanzada de Bellvitge, indica que “se han sugerido varios mecanismos para explicar cómo la EPOC eleva el riesgo de eventos cardiopulmonares, incluida la inflamación sistémica -la inflamación es la clave de la enfermedad arterioesclerótica y de la IC con FEVI preservada-, la hiperinsuflación, la hipoxia y la disfunción endotelial. Estos mecanismos pueden aumentar durante las exacerbaciones, con efecto adicional de la presencia de hipercoagulabilidad”.

En esta misma línea, Salud Santos, jefa de Servicio y responsable de la Unidad de EPOC del Hospital Universitario de Bellvitge en L’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona, señala que los pacientes con EPOC presentan con frecuencia “más eventos cardiovasculares, como infarto de miocardio, angina, ictus, arritmias e insuficiencia cardiaca. Estos eventos, además, pueden ocurrir con más probabilidad después de una agudización de la EPOC, en los siguientes meses, incluso hasta el primer año tras el episodio agudo”.

De la misma forma, tener enfermedad cardiovascular previa “también hace que la EPOC pueda evolucionar peor en un paciente y presentar más complicaciones. Por eso, es importante la asociación entre ambas enfermedades y hablamos de ‘riesgo cardiopulmonar’. Entre la EPOC y la enfermedad cardiovascular hay una serie de mecanismos comunes que van más allá de consumo de tabaco, como la inflamación, la disminución del oxígeno en sangre y la mala función pulmonar (enfisema, atrapamiento aéreo).

Los  eventos cardiovasculares en pacientes con EPOC condicionan el pronóstico y empeoran su calidad de vida, limitando su movilidad y autonomía. Por eso, resulta esencial priorizar medidas preventivas que eviten agudizaciones e implementar en la práctica clínica tratamientos que refuercen la adherencia terapéutica y tengan eficacia a nivel cardiovascular. En otras palabras, un adecuado control de la EPOC mejoraría el riesgo cardiovascular y el control del riesgo cardiovascular repercutiría positivamente en la EPOC.

Visión global del paciente

“Hay que tener una tener una visión global del paciente y de estas enfermedades y diagnosticarlas y tratarlas con todas las armas terapéuticas que tenemos a nuestro alcance. Por un lado, tener en cuenta las guías actuales de la EPOC para tratar la enfermedad y prevenir sus agudizaciones, pero también fijarse en lo que hacen los cardiólogos y los médicos de atención primaria en el control del riesgo y de la patología cardiovascular, específicamente de la insuficiencia cardiaca. Ambas líneas terapéuticas deberán aplicarse de manera detallada y minuciosa con estos pacientes”, considera Santos.

En el estudio EXACOS-CV se ha detectado que el 77,5% de los pacientes incluidos sufrieron alguna agudización de la enfermedad, entendida esta como un cuadro de empeoramiento agudo de la patología respiratoria crónica, que lleva a un aumento de los síntomas respiratorios (disnea, tos, incremento del volumen del esputo o cambios en su coloración) y puede desencadenar en un ingreso hospitalario, lo que pone de relieve la importancia de prevenir las agudizaciones en EPOC y muy especialmente en aquellos con riesgo cardiovascular”.

Según Manito, esta prevención puede llevarse a cabo, en primer lugar, “controlando los factores que pueden llevar a una agudización de la EPOC, como son la persistencia del hábito tabáquico o las infecciones respiratorias. En este sentido, es muy importante respetar el calendario de vacunaciones. Hay que hacer además un buen control de los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes con EPOC. Estos pueden ayudar a las descompensaciones, especialmente la presencia de IC, que cuando está descompensada puede facilitar la presencia de mayor riesgo de congestión pulmonar”.

El especialista señala además que hay que detectar aquellos pacientes con mayor riesgo de presentar eventos cardiovasculares para que puedan llevar un mejor tratamiento broncodilatador. “Aquí es importante la triple terapia, que al llevar esteroides, ayuda reducir la inflamación. Reduce la mortalidad por todas las causas y también cerca de un 60% la mortalidad cardiovascular”. R. Serrano

También te podría gustar...