La piel, frontera entre el mundo interior y exterior
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano.
Dra. Ángeles Flórez, jefa de Servicio Dermatología, Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra
Constituye la frontera entre el mundo interior y exterior, y por ello es fácil comprender que sus funciones son esenciales y también complejas. En cuanto a la función barrera, es la responsable de la termorregulación, del mantenimiento del balance hídrico y de la vigilancia epidemiológica. Es el vehículo de las sensaciones y contacto con el medio, desempeña un papel clave en la apariencia y en la imagen personal, y es condicionante de la propia identidad y factor determinante en las interacciones sociales.
En las últimas décadas hemos asistido a una revolución en el campo de la dermatología. Se han incrementado de forma muy importante los conocimientos sobre las bases genéticas y moleculares de las enfermedades cutáneas, lo cual ha supuesto un desarrollo del arsenal terapéutico sin precedentes, tanto en el campo de la patología inflamatoria como tumoral: anticuerpos monoclonales y moléculas pequeñas para el tratamiento de la psoriasis, la dermatitis atópica y la hidrosadenitis supurativa, entre otras, y terapias dirigidas e inmunoterapia para el manejo de los casos más agresivos del carcinoma basocelular, espinocelular y melanoma. También las herramientas diagnósticas han evolucionado permitiendo con el uso generalizado de la imagen y de la dermatoscopia una precisión diagnóstica no invasiva muy superior.
Además, se ha puesto el foco en la prevención de la enfermedad mediante el mejor conocimiento de los factores de riesgo y la atención ha pasado a ser multidisciplinar y a estar centrada en el paciente, un paciente empoderado que participa en la toma de decisiones compartidas, que mide sus resultados en salud y canaliza sus necesidades por medio de las asociaciones de pacientes.
A todo ello han contribuido las TICs, el papel creciente de la enfermería en la asistencia al paciente dermatológico, así como las sociedades científicas, apostando por la investigación, por la formación a lo largo de las diferentes etapas de la carrera profesional, fomentado el espíritu colaborativo y dando visibilidad a los profesionales, a los promotores y, por supuesto, a los pacientes.
Aun así, los retos a los que se enfrenta la especialidad son muchos: la globalización de la enfermedad y el escenario pandémico, el uso inadecuado de las herramientas digitales, las limitaciones en los recursos humanos y materiales y la necesidad de medir para mejorar. Sin olvidar que sectores nada desdeñables de la población mundial tienen grandes dificultades para acceder todas las mejoras expuestas.
En este contexto inauguramos con gran ilusión esta sección de Avances en dermatología, en la abordaremos temas de actualidad por su prevalencia, morbilidad, consumo de recursos e innovación en su manejo.
