Las estatinas (fármacos que rebajan el colesterol) se asocian con menor mortalidad por covid-19

Los tan usados fármacos hipolipemiantes también reducen la probabilidad de distrés respiratorio y de ventilación mecánica, según un trabajo de la SEMI.

Los trastornos vasculares son uno de los principales efectos de la covid-19, debidos sobre todo a la disfunción endotelial, a la vasoconstricción, que puede conducir a la isquemia de órganos, inflamación con edema de los tejidos asociados y un estado procoagulante. Habría, según algunos estudios, un efecto citotóxico directo del SARS-CoV-2 en las células endoteliales que contribuiría a la inflamación endotelial difusa. En algunas series de autopsias a fallecidos por covid-19 se ha descrito un daño endotelial grave asociado a la presencia de partículas virales intracelulares con rotura de membranas celulares endoteliales, junto con hallazgos histológicos de trombosis y microangiopatía.

En las personas con colesterol elevado -uno de los factores de riesgo cardiovascular-, las estatinas son los fármacos de elección, con una larga trayectoria de eficacia: mejoran la disfunción endotelial al disminuir los niveles de colesterol plasmático y aumentar la síntesis de óxido nítrico (NO), estimulando y regulando la acción de la NO sintasa endotelial. También tienen propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras, acciones antitrombóticas y antiproliferativas y reducen la tasa de apoptosis.

A lo largo del último año, y tras las dudas iniciales sobre los beneficios o perjuicios de algunos fármacos con la infección por el coronavirus, diversos estudios han ido comprobando la utilidad de las estatinas frente a la covid-19. Así, un metanálisis publicado en noviembre en American Journal of Cardiology que incluyó cuatro estudios con casi 9.000 pacientes con covid-19 grave, encontró que los que tomaban estatinas tenían un 30% menos riesgo de muerte o enfermedad grave que los que no las tomaban. El último estudio se acaba de publicar en la revista Drugs y se enmarca en los análisis que se están derivando del Registro SEMI-Covid, de la Sociedad Española de Medicina Interna.

Reducción de daños

Coordinado por José David Torres Peña, del Hospital Reina Sofía, de Córdoba, y Luis Pérez Belmonte y Ricardo Gómez Huelgas, ambos del Hospital Regional de Málaga, y con 25 firmantes, es un estudio multicéntrico, observacional, transversal y retrospectivo, que analizó 2.921 ingresados por covid y con terapia previa de estatinas en 150 centros españoles incluidos en la Red SEMI-Covid-19 que a finales de mayo de 2020 contaba con 11.523 pacientes.

Los autores han comparado las características clínicas y los resultados de la enfermedad entre los pacientes con terapia crónica con estatinas que la mantuvieron durante la hospitalización (1.130) frente a los que se les retiró la medicación (1.791). La continuación del tratamiento se asoció con una menor mortalidad por todas las causas (20,6% frente a 27,6%), menor incidencia de lesión renal aguda (16,8% frente a 20,9%), de síndrome de dificultad respiratoria aguda (35,7% frene a 43,6%) y de sepsis (4,82% frente a 9,85%), así como con menor necesidad de ventilación mecánica invasiva (5,35% frente a 8,57) en comparación con los pacientes cuya terapia con estatinas se retiró durante la hospitalización.

Para el análisis se tuvieron en cuenta los datos clínicos y epidemiológicos, las pruebas de laboratorio al ingreso y a los 7 días de la hospitalización, los tratamientos administrados, las complicaciones y su estado al alta. El resultado primario fue la mortalidad hospitalaria por todas las causas expresada como la tasa de letalidad: la proporción de muertes durante la hospitalización en comparación con el número total de hospitalizados con covid-19. Los resultados secundarios fueron la duración de la estancia hospitalaria y las complicaciones, incluido el síndrome de dificultad respiratoria aguda, la necesidad de ventilación mecánica invasiva, la sepsis y la lesión renal aguda.

Efectos celulares

Las pruebas recabadas indican que las estatinas ejercen actividad antiviral y podrían bloquear la infectividad de los virus encapsulados. Como explican los autores, la principal proteasa del SARS-CoV-2, llamada Mpro, una enzima clave, se ha convertido en uno de los focos de atención y es un posible objetivo farmacológico. “Mediante un modelo de acoplamiento molecular, se ha demostrado que las estatinas pueden inhibir esta enzima y, por lo tanto, ser un tratamiento potencial contra el SARS-CoV-2. De hecho, ya figuran como posible terapia en algunas guías”.

Por otro lado, se ha observado que la activación por el coronavirus de los receptores tipo toll (TLR), implicados en la respuesta inmune mediada por la vía de señalización NF-KB, desencadena tanto la sobrexpresión como la subexpresión del gen MyD88 (implicado en la expresión de factores de diferenciación mieloide) en modelos experimentales de ratón. Debido a su efecto potencial de detener la señalización de TLR y NF-KB, las estatinas, en especial las lipofílicas, pueden mejorar el daño pulmonar derivado de la covid-19 a través de sus efectos antiinflamatorios.

También se ha informado que las estatinas reducen el riesgo de síndrome coronario agudo inducido por covid-19 al estabilizar las placas arterioescleróticas y, a su vez, prevenir el daño renal, dos predictores de la mortalidad. “Esta asociación -escriben los autores- también se ha encontrado en nuestro registro: los pacientes con covid-19 que previamente recibían tratamiento crónico con estatinas tenían un menor riesgo de desarrollar daño renal”.

Otro mecanismo potencial por el cual las estatinas pueden ejercer estos beneficios clínicos es a través de la reducción de los niveles de colesterol. “En estudios sobre deltacoronavirus porcino y sobre el coronavirus que produce bronquitis infecciosa, se ha visto que la reducción del colesterol, como resultado de la terapia con estatinas, altera el núcleo lipídico de la envoltura viral, un elemento importante que permite la unión del coronavirus a las células huésped. Por lo tanto, el ‘secuestro’ del colesterol por las estatinas serviría para bloquear la conexión e internalización del virus”.

Algunas interacciones

Asimismo, es sabido que las estatinas pueden ejercer una acción protectora sobre las células endoteliales vasculares en pacientes con diabetes -grupo de alto riesgo en la pandemia- mediante la modulación de la disponibilidad de NO, la supresión de la respuesta inflamatoria, la prevención de la disfunción de la barrera endotelial, la mejora de la estabilidad de la placa y la reducción de la trombogenicidad potencial de la célula endotelial.

Los autores apuntan que las interacciones farmacológicas explican por qué algunos pacientes dejaron de tomar estatinas durante la hospitalización, a pesar de que entidades como Family Hypercolesterolemia Europe y el International Lipid Expert Panel recomendaron que los fármacos hipolipemiantes son seguros en infectados por coronavirus. De todos modos, puntualizan que “cuando la covid-19 se trata con antirretrovirales, se recomienda suspender la atorvastatina y la simvastatina, y sustituirlas por rosuvastatina. Además, es posible continuar el tratamiento con pravastatina o fluvastatina, y tener precaución al tratar a pacientes con macrólidos. No hay datos sobre interacciones graves de rosuvastatina y fluvastatina con azitromicina”.

Sus conclusiones apoyan el papel potencial de las estatinas en el tratamiento de la covid-19, si bien animan a estudios prospectivos y ensayos clínicos controlados aleatorios para determinar mejor sus efectos y establecer los mecanismos a través de los que ejercen su papel beneficioso. José r. Zárate (DM)

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