Investigan sobre una vacuna que podría `cambiar las reglas de juego´ del colesterol

Un conocido factor de riesgo importante para la enfermedad cardiovascular aterosclerótica son los niveles plasmáticos elevados de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (LDL-C).

El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células de su cuerpo. Su cuerpo necesita algo de colesterol para producir hormonas, vitamina D y sustancias que le ayuden a digerir los alimentos. Su cuerpo produce todo el colesterol que necesita.

Existe abundante evidencia científica de que colesterol alto puede provocar enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, dos de las principales causas de muerte entre la población. Los inhibidores de la proproteína convertasa subtilisina/kexina tipo 9 (PCSK9), un regulador negativo del metabolismo del LDL-C, han surgido como enfoques prometedores para reducir los niveles elevados de LDL-C, como se apunta en un estudio publicado en ´npj Vaccines´ que recoge el trabajo de unos investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo México (EEUU) relacionado con el desarrollo de una vacuna para bloquear una proteína que aumenta los niveles de colesterol, mediante la creación de una respuesta de anticuerpos contra las partículas.

La vacuna se basa en una partícula de virus no infecciosa“, explicó Bryce Chackerian, profesor de Regents en el Departamento de Genética Molecular y Microbiología Es sólo la cáscara de un virus, y resulta que podemos usar esa cáscara de virus para desarrollar vacunas contra todo tipo de afecciones diferentes“.

La proproteína convertasa subtilisina/kexina tipo 9 (PCSK9) es una proteína secretora asociada al suero que inhibe directamente el reciclaje de LDL-R. PCSK9 se une al dominio extracelular de LDL-R y esta fuerte interacción media su degradación lisosomal tras la endocitosis

Adhiriendo pequeños trozos de la proteína PCSK9 a la superficie de estas partículas de virus “el sistema inmunológico genera una respuesta de anticuerpos realmente fuerte contra esta proteína que participa en el control de los niveles de colesterol. En los animales que vacunamos, vemos fuertes reducciones en los niveles de colesterol (hasta un 30%) y eso se correlacionará con un riesgo reducido de enfermedad cardíaca“, indicó el prof. Chackerian.

Durante los últimos 10 años, la vacuna se ha probado en ratones y monos con resultados prometedores. El siguiente paso es encontrar financiación para avanzar hacia la fabricación de vacunas y los ensayos clínicos con humanos. “Ese proceso puede llevar años y mucha inversión. “Estamos interesados ​​en tratar de desarrollar otro enfoque menos costoso y de aplicación más amplia para todos aquellos lugares que no tienen los recursos para costear estas terapias tan costosas”, concluyó el prof. Chackerian. Rv Ana Mera, farmacéutica. Barcelona

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