El 90% de los linfomas se pueden curar con un diagnóstico precoz, aunque un 30% reaparece

El linfoma es un cáncer o enfermedad tumoral de una parte del sistema inmunitario llamado sistema linfático. Afecta a los linfocitos, células de la sangre que ayudan a luchar contra las infecciones. Este tipo de cáncer cuenta con unas altas tasas de curación con los esquemas de tratamiento quimioterápico estándar en primera línea, con un 90% en pacientes curados en estadios precoces y un 70% en avanzados; sin embargo, hay que tener muy en cuenta que aproximadamente un 30% de pacientes, sobre todo en estadios avanzados, recaen en el primer año; es decir, reaparece el linfoma; y un 5 ó 10% es primariamente refractario, es decir, la quimioterapia inicial no llega a conseguir una curación en ellos.

Dada la situación, se hace imprescindible el estudio y debate de las últimas técnicas y tratamientos en pacientes con linfoma para conocer e investigar la forma de evitar su reaparición. De esta manera, durante una jornada, los especialistas han tratado el linfoma de Hodgkin, sus desafíos terapéuticos y la experiencia de sus pacientes.

Para Guillermo Rodríguez, jefe de Servicio de Hematología de Quirónsalud Sagrado Corazón ha revisado las mejores estrategias de tratamiento para los pacientes con linfoma de Hodgkin que presenten factores pronósticos de alto riesgo. Entre ellas, destaca Brentuximab (anticuerpo antiCD30); “un fármaco que ya ha comenzado a mejorar los resultados del tratamiento convencional, tanto en algunos pacientes que lo reciben en primera línea como, sobre todo, en pacientes que recaen o son refractarios”. Otros fármacos que han permitido mejorar el rescate de estos pacientes son los inhibidores de inmunocheckpoint y la terapia CAR-T, que se espera que salga próximamente, “tratando los linfocitos del propio paciente modificados genéticamente para combatir a la enfermedad, que está dando esperanzadores resultados en ensayos clínicos y que ya está disponible para otros tipos de linfomas”.

Así, la María Casanova, especialista del mismo centro, ha puesto de manifiesto la optimización del tratamiento en pacientes diagnosticados de linfoma de Hodgkin con estadio avanzado; aquellos en los que el tumor se encuentra extendido por gran parte del cuerpo. “El principal avance de los últimos años se basa en la combinación del tratamiento quimioterápico estándar, al cual se le añade inmunoterapia personalizada contra las características del linfoma que padece el paciente”, explica la hematóloga. Asimismo, ha mencionado los desafíos que surgen en el tratamiento del linfoma de Hodgkin: “la introducción de nuevos fármacos tales, como brentuximab vedotina, y los inhibidores de check point, comienzan a posicionarse en la primera línea de tratamiento de este linfoma y en los tratamientos de rescate”.

Tras revisar los últimos datos publicados acerca de esta personalización de tratamientos, se ha traspasado la teoría a la práctica clínica habitual, presentando y discutiendo casos de pacientes reales tratados con esta novedosa combinación en los centros especializados.

Tras la completa revisión sobre el linfoma de Hodgkin, Joaquín Sánchez, hematólogo, insiste en abordar el tratamiento de otro subgrupo de linfomas, los No Hodgkinianos CD30 positivos. “El tratamiento convencional de quimioterapia de primera línea basado en esquemas clásicos de quimioterapia en los subtipos linfoma B y T puede conseguir altos porcentajes de remisión completa, pero persistiendo una elevada tasa de recidiva tumoral”. En este sentido, ha afirmado que “afortunadamente, los esquemas de rescate de segunda línea incorporando anticuerpo anti-CD30 conjugado con toxina, son altamente eficaces consiguiendo segundas remisiones completas”. Así, la línea de investigación clínica actual incluye numerosos ensayos clínicos que incorporan el uso de anti-CD30 en la primera línea de tratamiento, con el fin de evitar la aparición de recaídas, ha resaltado Sánchez. M. T. T.

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