Depresión postvacacional: 5 consejos para hacer más fácil nuestra vuelta a la rutina

La depresión postvacacional se identifica con la presión emocional que sentimos al tener que volver a la rutina después de haber disfrutado de un periodo de vacaciones. Después de pasar unos días de relax al borde del mar, acompañados de familia o amigos, o visitando lugares increíbles, volver a los madrugones, las 8 horas en el trabajo y la rutina de la casa se puede hacer muy cuesta arriba. Pero, ¿en qué consiste la depresión postvacacional y cómo se puede aliviar?

“Empezar el curso y volver al trabajo es uno de los temas que vemos en consulta, a la gente le cuesta volver a trabajar. Esto puede ser el proceso normal después de las vacaciones o pueden esconder otro tipo de dificultades, como que su trabajo no les satisface, sienten que no avanzan, lo ven solo como una forma de ganar dinero y no como un medio de desarrollo personal, o tienen dificultades con alguna persona del entorno. Por otro lado, las personas que tienen la suerte de dedicarse a algo que les gusta, les cuesta menos reincorporarse después de las vacaciones”, señala Ana Lucas, psicóloga .

A veces, esa sensación de “depresión” después de las vacaciones puede producirse también después de pasar unas vacaciones increíbles, que han superado con creces las expectativas, o en las que se ha logrado salir de la rutina y disfrutado de muchos momentos de vida social. Volver a nuestra rutina y asumir que ya no es todo tan emocionante, o que no tenemos tanto tiempo para quedar con nuestros amigos o conocer gente nueva, puede hacer que la vuelta se nos haga cuesta arriba.

¿Cómo podemos darle la vuelta a la depresión postvacacional? Ana Lucas comparte 5  recomendaciones para hacer más fácil nuestra vuelta a la rutina: 

Cambia el enfoque: Volver al trabajo no puede ser volver a la “batalla”. Si hay algo que no funciona en nuestro trabajo tenemos que identificar qué es. Puede que necesites buscar una nueva motivación, que necesites un nuevo enfoque o que tengas que resolver alguna dificultad asociada al trabajo.

Vacaciones diarias: Introducir el concepto de vacaciones diarias en nuestro día a día nos ayuda a dedicarnos un tiempo en especial, donde a veces no es necesario hacer nada especial, simplemente disfrutar de las cosas que te gustan y te motivan.

Planifica vacaciones cortas: Ponte en marcha desde ahora y organiza pequeñas escapadas y fines de semana largos para desconectar, a lo largo del curso. Cambiar de escenario o tomar el aire ayuda a recuperar energía.

Estilo “disfrutón” de vida: No todo tiene que ser trabajar. Antes había una cultura del esfuerzo más estricta, con un calendario muy establecido y centrado en el trabajo. Las nuevas generaciones nos están enseñando un nuevo estilo de vida en el que el trabajo es un medio y no un fin, y es posible combinarlo y disfrutar también del ocio.

Teletrabajo: Si tu trabajo te permite trabajar desde casa, aprovéchalo para hacer escapadas y estar más en contacto con la naturaleza, visitar otros lugares o disfrutar del hogar al mismo tiempo que te vas adaptando a la rutina.

Para la psicóloga, no hay que confundir una depresión postvacacional con el malestar que nos produce tener que volver a la rutina. Y es que, al hablar de depresión postvacacional tenemos que estar muy atentos a los primeros síntomas. “El primer síntoma más fácil de identificar suele ser que baja el nivel de energía,  eso se aplica a todos los aspectos de la vida. Desde salir, ponerse guapo, a hacer la comida o que cueste hacer planes. Eres más lento con las ideas, y no te apetece hacer las cosas. Y  el segundo síntoma es que aparecen ideas rumiativas de malestar que ocupan espacio mental y todas están relacionadas con ese tema”.

En el momento en el que se manifiestan alguna de estas señales, la apatía y la falta de energía, es muy importante apoyarte en un profesional que te ayude a identificar el problema y te asesore para empezar el curso con buen pie. Redacción.

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