Cómo reducir un 50% las amputaciones mayores en pie diabético

El hospital de Bellvitge, en Barcelona, lo ha logrado con esta receta: equipo multidisciplinar y diagnóstico y terapia rápidos, concentrando visitas y pruebas en un mismo día.

La diabetes mellitus (DM) es un conjunto de trastornos metabólicos con una alta presencia en la población. Entre sus consecuencias está la afectación de los vasos sanguíneos y la consiguiente enfermedad arterial periférica, así como complicaciones crónicas cardiovasculares, neuropatías y daños microvasculares. Eso puede desembocar en la aparición de lesiones en los pies de los afectados, lo que se conoce como pie diabético, que con frecuencia se traducen en graves complicaciones, como infecciones, amputaciones e, incluso, la muerte. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el pie diabético como “la presencia de ulceración, infección, y/o gangrena del pie asociada a la neuropatía diabética y a diferentes grados de enfermedad vascular periférica, y resultantes de la interacción compleja de diferentes factores inducidos por una hiperglicemia mantenida”.

Se trata de un grave problema de salud pública y de costes sanitarios: se estima que entre el 15% y 25% de los pacientes diabéticos presentarán una ulceración en el pie a lo largo de su vida y que, de ellos, un 20% precisará de una amputación. La mortalidad después de una amputación mayor (por encima del tobillo) a los 5 años supera el 50%. Y otro dato relevante: si se pierde un pie por esta causa, la probabilidad de perder también el otro es del 30%.

En el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), en Hospitalet de Llobregat, Barcelona, pusieron en marcha hace una década una unidad multidisciplinar para abordar el problema del pie diabético que ha supuesto una mejora notable de la atención a los pacientes afectados, que llegan directamente a Urgencias del centro o derivados por la atención primaria y otros hospitales para los que Bellvitge es referente en terciarismo. La integran facultativos de diferentes especialidades médico-quirúrgicas (Endocrinología, Medicina Interna, Enfermedades Infecciosas, Cirugía Vascular, Cirugía Plástica, Cirugía Ortopédica y Traumatología y Rehabilitación) y profesionales de la podología y la enfermería; que, además, trabajan de forma coordinada con los profesionales del Servicio de Urgencias, hospitalización convencional y hospitalización a domicilio del HUB y de la atención primaria de su zona.

El equipo de esta unidad calcula que, con el diagnóstico y el tratamiento rápido, que incluye la concentración de visitas y pruebas en un mismo día, y el trabajo multidisciplinar han logrado una reducción de más del 50% de las amputaciones mayores.

  • coNSULTAS EN 2022

Y eso que la Unidad Funcional de Pie Diabético, que es el nombre formal del equipo multidisciplinar que se puso en marcha en 2013, ha incrementado casi por cuatro su número de visitas de pacientes por año (3.200 consultas en 2022). El aumento de la demanda de atención especializada en pie diabético, que va a continuar al alza en lo sucesivo, se debe a la subida en la incidencia de la diabetes, entre otros factores, por la obesidad, incluida la infantil y juvenil, ha explicado a este diario Albert Pérez, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología y responsable de la unidad. Recuerda que, según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2030 la diabetes será la séptima causa de muerte en el mundo; y España es el segundo estado europeo con más afectados, unos 6 millones, solo por detrás de Alemania (datos del último informe del Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes-IDF).

Pérez ha indicado que para afrontar el problema del pie diabético primero habría que tener diagnosticados a todos los afectados por la diabetes, que no lo están al 100%; y después, que, además de un buen manejo por la parte de la atención primaria, el paciente haga todo lo que se le recomienda para tener bien controlada la enfermedad, que no todos los hacen, en muchos casos porque no pueden (pacientes añosos, frágiles, etc.).

A la Unidad Funcional de Pie Diabético de Bellvitge los pacientes llegan con lesiones muy complejas o muy graves, que no evolucionan bien, no cierran y se sospecha de una posible infección, ha informado Pérez. El equipo multidisciplinar, en los pacientes que llegan a la unidad demasiado tarde, intenta por todos los medios evitar amputaciones o al menos no perder todo el pie sino amputar solo la parte de delante, la de los dedos, o uno o dos de ellos. La calidad de vida del paciente varía mucho de esa forma porque si el paciente mantiene el talón podrá apoyarse en él, y estéticamente también supondrá un beneficio, ha precisado el especialista.

Lo que está haciendo esta unidad, según ha resumido Pérez, es: asistir a muchos más pacientes y, por tanto, hacer más cirugía, pero tratar de que sea más conservadora.

La experiencia de Bellvitge, ha apuntado, está en línea con la bibliografía internacional que señala que el abordaje multidisciplinar y concentrar todas las visitas y pruebas en un mismo día ofrece mejores resultados en pie diabético.

Acerca de si es posible que la amputación mayor llegue a ser excepcional, ha reiterado que es difícil por varias razones: no todos los pacientes están diagnosticados, no todos se cuidan como debieran y, además, falta una red nacional amplia de unidades hospitalarias multidisciplinares como la de Bellvitge. Carmen Fernández

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