¿Cómo nos afecta el tiempo?

La migraña es una de las dolencias más asociadas con el clima. La relación entre los fenómenos meteorológicos con la salud es conocida desde hace siglos. Relacionamos enfermedades con las estaciones del año de forma natural y de hecho aparecen más afecciones respiratorias en invierno y más gastroenteritis en verano.

Por Atala Martín, investigadora

A veces, los cambios periódicos de los fenómenos meteorológicos son el elemento fundamental que determina el comportamiento estacional de muchas manifestaciones de la enfermedad. Por otro lado, diversas enfermedades y trastornos están relacionados con la exposición a ciertas temperaturas. En muchas ocasiones son los cambios de presiones los que generan ciertas molestias corporales, pero también influyen otros factores meteorológicos, como la humedad o el viento.

Además, el aumento de la mortalidad en invierno es un fenómeno que ha sido examinado en muchos países. Las causas de muerte que presentan una mayor asociación con los cambios de temperatura son las enfermedades del aparato circulatorio y las respiratorias. La forma y magnitud de la relación entre mortalidad y temperatura depende de diversas variables, entre las que destacan las características de la población y la zona de estudio. No sólo el frío, sino también las temperaturas extremadamente altas constituyen un factor que se relaciona con incremento de la mortalidad. Los episodios conocidos como olas de calor también se asocian con ascensos en la mortalidad.

Los resultados de varios de los trabajos consultados sugieren que la relación entre temperatura ambiental y mortalidad adopta una forma en V, con las tasas de mortalidad más bajas en días en que las temperaturas medias se sitúan alrededor de 16-28º C.

Psicología y tiempo

Sentir tristeza y apatía en los días oscuros y lluviosos, o dolor en las articulaciones cuando hace más frío son algunos ejemplos de cómo nos vemos afectados por los cambios meteorológicos ya que las enfermedades reumáticas están entre las patologías que más suelen relacionarse con el tiempo. Precisamente en enfermos con problemas reumáticos articulares, los receptores de presión de las articulaciones suelen estar alterados, lo que conlleva que estas personas sean más sensibles a los cambios bruscos de la presión atmosférica, lo que también hace aumentar su sensación dolorosa. En cuanto a las migrañas, hay teorías que indican que algunos estímulos provocan cambios a nivel celular o molecular en cerebros susceptibles que causarían posibles crisis. Otras teorías señalan que hay una modulación inadecuada de estructuras cerebrales, como el hipotálamo, que favorecen que se tenga una percepción más intensa de los cambios meteorológicos y el paciente lo malinterprete como causa de la crisis.

Por otro lado, la duración y claridad de la luz natural se ha asociado también con alteraciones del humor. Asimismo, hay estudios del efecto que producen determinados vientos con características particulares de temperatura y movimiento, como el viento foehn (Suiza y Austria), que ocasionan alteraciones en la electricidad atmosférica, lo que causa efectos sobre la población que incluyen irritabilidad, falta de concentración, migraña, etc.

TEMPERATURA Y COVID-19

Un equipo de especialistas de la Universidad de Cantabria (UC), el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) y el Instituto de Investigación Sanitaria de Valdecilla (IDIVAL) demostraron en 2021 la asociación entre la temperatura media y la incidencia acumulada de la Covid-19 en España, de tal manera que la conclusión fue que las provincias españolas que tuvieron una temperatura mayor registraron una menor incidencia acumulada de Covid-19, mientras que en las más frías hubo mayor incidencia.

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