Los adolescentes son clave en la inmunidad de grupo

La variante delta eleva el umbral al 85% de la población

La variante delta, mucho más infecciosa que las variantes iniciales de la covid, ha elevado el umbral de la inmunidad de grupo al 85%, por lo que los expertos epidemiólogos instan a vacunar cuanto antes a la franja de edad vacunable más joven, de 12 a 16 años, y compensar así las bolsas detectadas en otras franjas de edad que no se están vacunando.

El Grupo Colaborativo Multidisciplinar para el Seguimiento Científico de la Covid-19 (GCMSC), impulsado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona, recomendó en un comunicado vacunar a la población adolescente “lo antes posible” para lograr un “control epidemiológico” de la pandemia.

“Ahora sabemos que ese 70% que nos habíamos fijado como estrategia para lograr la inmunidad de rebaño no es suficiente y necesitamos llegar al 85%”, explicó Quique Bassat, epidemiólogo pediátrico y uno de los expertos del GCMSC. “Y una alta participación de los adolescentes puede contribuir a alcanzarla”, señala.

Así, el GCMSC propone inmunizar a la franja de edad de 12 a 17 años “en un porcentaje que varía en función de la cobertura vacunal que se consiga en la población adulta y la transmisibilidad del virus”. Con modelos matemáticos elaborados por Clara Prats y Martí Català, investigadores del grupo de Biologia Computacional i Sistemes Complexos (Biocom-SC) de la UPC, calculan que “si el nivel de vacunación de la población adulta no supera el 70%, sería necesario vacunar a entre un 30% y un 50% de la población entre 12 y 17 años”.

En caso de alcanzarse el 50% de los jóvenes, se podría con­seguir también el “control ­funcional de la pandemia”, es decir, una reducción significativa de los casos con gravedad y que requieren hospitalización, aceptándose una transmisión residual del virus. Actualmente hay un 61% de la población española con la dosis completa, después de que se hayan administrado 60 millones de vacunas.

De momento, la vacunación en el grupo de menor edad va rápido. En Catalunya, por ejemplo, en la primera semana en que han podido recibir la primera dosis, ya se ha vacunado el 20%. Pero no es así en otras comunidades autónomas que no han empezado aún a inocular a menores. “Este primer dato de salida es buenísimo como indicador, pero tenemos que ver cómo evoluciona porque este es un grupo impredecible, que requiere con-sentimiento verbal para va-cunarse, y se nutre de las redes sociales para informarse”, apunta Bassat, que recuerda que la vacuna protege de pasar la enfermedad, que en el caso de estas edades no es grave, pero también de padecer la covid persistente que afecta a entre el 5% y el 15% de la población adolescente. “Si logramos la inmunidad de rebaño, los niños de menos de 12 años no tendrán que pincharse”, indica.

Uno de los objetivos que se persiguen, explica el epidemiólogo, es evitar la mutación del virus hacia variantes más peligrosas o que pongan en riesgo a la población infantil. Una vacunación superior al 30% o 50% de los de 12 a 16 años evitaría pinchar a los más pequeños. Carina Farreras

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