“La vacuna de la Covid-19 ha de ser barata y fácil de distribuir”

Mario Capecchi, premio nobel de Medicina; dirige el laboratorio de la Universidad de Utah.

Mario Capecchi es genetista molecular. Es ítalo estadounidense. Ganó el Premio Nóbel de Medicina en 2007 junto a sus colegas Oliver Smithies y Martin Evans. Fueron premiados por sus trabajos pioneros en el campo de la manipulación genética de animales con la intención de ‘imitar’ modelos de enfermedades humanas como el cáncer o la fibrosis quística.

Qué le ha enseñado la Covid-19?

Me ha vuelto a confirmar que la ciencia tiene un ritmo que no es el humano: nosotros hemos evolucionado para, cuando llega el león, pegar un salto y fight or fly (luchar o correr).

¿Y la ciencia no es eso?

La ciencia es ponerse a estudiar la genética, ya sabe que yo soy genetista, del león –o del virus– durante años para poder dominarlo.

¿Por qué nos ha vuelto a pillar?

Porque es más fácil salir corriendo que estudiarlo durante décadas. Si hubiéramos invertido en investigar vacunas del SARS-CoV-1, que es muy similar a la Covid-19, ahora encontrar la nueva hubiera sido más fácil y rápido. Estaríamos ahorrando billones.

¿Dónde no estamos invirtiendo y lo lamentaremos cuando no podamos huir?

En el cambio climático. Estamos desoyendo a la ciencia y contra eso no hay vacunas ni cuarentenas. Va a ser una catástrofe. Y la otra diferencia de la ciencia respecto a nosotros es que se interesa por todo lo existente; nosotros, sólo por lo próximo e inminente.

¿Por qué la diferencia es tan relevante?

Porque en ciencia a menudo el modo más directo de llegar a un punto desde otro es dar un gran rodeo en el que descubres atajos.

¿Por ejemplo?

En el laboratorio estamos analizando el aumen­to de niveles de ansiedad en nuestros voluntarios por la pandemia. Y eso nos permite publicar hallazgos sorprendentes. Tal vez pronto sean útiles.

¿Quién llegará antes a la vacuna: los chinos, Oxford, Moderna…?

A los chinos los descarto.

¿Por qué?

Porque tienen los recursos y la motivación, pero no la solera investigadora necesaria. Carecen de los equipos que necesitan generaciones para formarse y dar resultados.

¿Y la ciencia no es una fábrica?

La investigación requiere de solera. Esos intangibles que explican por qué para lograr éxitos no solo se trata de dinero y cantidad en meses, sino de dedicación, de décadas y calidad.

¿Cómo es este virus?

Los virus son necesarios. Nos obligan a adaptarnos a los cambios del medio. Son vectores de adaptación. Por eso, su misión no es matarnos; sino servirse de nosotros para perpetuarse, reproducirse, prosperar…

¿Si nos matan, no prosperan?

Si nos matan antes de propagarse, ellos también desaparecen. Así que se autorregulan: o son muy infecciosos y poco letales, o poco infecciosos, pero muy letales. Y, por ahora, siempre ganan.

¿Por qué?

Porque pueden cambiar su material genético mucho más rápido que nosotros.

¿No podríamos tomar algún atajo nosotros para dominarlos?

Eso espero en el futuro. Desarrollaremos herramientas biogenéticas para resistir a cualquier virus. La biología sabe cómo hacerlo, y yo creo que en una o dos décadas podremos replicarla. Dominaremos a los virus.

¿Este virus de ahora qué le parece?

Muy contagioso y, por ello, muy poco letal: veremos que menos del 1%. Pero para encontrar la vacuna lo importante es que sea estable. Y este virus es más estable que la gripe, que nos obliga a cambiarla cada año.

¿Pero una sola vacuna de la Covid-19 servirá para siempre?

Tampoco es tan estable. La cuestión es cuán rápido será capaz de mutar una vez nos hayamos vacunado.

¿Tiene una respuesta?

La tienen los monos. La hemos aprendido de ellos, porque sus virus mutan con rapidez. Así que lo que hacemos es inyectarles tres diseños de vacuna a la vez y ver si sus virus son capaces de adaptarse a los tres. O si funcionan.

¿La vacuna será un cóctel de vacunas?

Eso es. Tendremos que inyectarnos tres vacunas para que el virus no pueda adaptarse a ellas a la vez y sortearlas.

¿Y eso es difícil de conseguir?

Le acabo de dar el principio científico de la solución científica; ahora convertirlo en una vacuna ya es cuestión de ingeniería, no de ciencia.

Su colega Rudy Scheckman, también Nobel, me dijo que sería cara.

La vacuna de RNA mensajero es muy inestable, cierto; pero no será difícil de distribuir en países ricos; en los pobres, sí puede ser un problema. Por eso estoy prescribiendo la solución de las tres vacunas a la vez; porque de ese modo sería estable, luego barata y fácil de distribuir para todos.

¿Se conseguiría con el cóctel?

Sí, porque ya no dependería de una estructura de RNA o DNA cambiante. Yo creo que todos los medicamentos del mundo deben lograr la belleza de la aspirina: tan efectiva y accesible.

¿Quién cree que la conseguirá antes?

Mi favorito es el grupo de Oxford y sus 3.000 voluntarios.

Son héroes.

Pero no deberían ser héroes solitarios. La OMS debe ser, al fin, una auténtica organización mundial y gestionar la vacuna para que sea tan universal como el virus.

¿Edad?

Feliz e ilusionadamente dispuesto a 20 años más de investigación y ciencia: es decir, joven. Nací en Italia: fui un niño de la guerra abandonado cuando mi madre judía fue internada en un campo de concentración nazi. La vacuna debe ser accesible a todos los humanos: barata y fácil de distribuir

¿Algún voluntario?

Sé que los miles de voluntarios que en estos momentos están probando las vacunas de la docena de grupos más avanzados en su diseño han firmado un estricto protocolo de confidencialidad; pero estoy dispuesto a respetarlo para que expliquen aquí, incluso desde el anonimato, la experiencia de poner el brazo para que te inyecten un virus que, en teoría, puede acabar con tu vida, como hará con la de algunos de tus compañeros. Digamos que de los 3.000 voluntarios de Oxford, la estadística diría que 15 pueden morir. Son los autén­ti­cos héroes de nuestro tiempo. Y muchos, además, estudiantes de Biología, Medicina y otras ciencias de la salud con los que estamos en deuda antes incluso de que acaben la carrera. Ll.  Amiguet (LV)

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