¿Cuál es el tratamiento de los miomas?

Por el Dr. Francisco Carmona, miembro Fundador de Fundación España Salud y jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona

Solo hay que tratar aquellos miomas que produzcan síntomas a la paciente. Existen múltiples opciones para el tratamiento. Su elección depende de muchos factores, contándose entre ellos: el tipo de síntomas, la edad, el deseo gestacional y otros, sobre todo, las preferencias de la paciente. El tratamiento conservador es posible porque son tumores benignos que nunca se convierten en cáncer y porque cuando la mujer alcanza la menopausia suelen desaparecer debido a que dejan de recibir estímulo hormonal.

Las principales opciones son:

Tratamiento médico: Gestágenos o anticonceptivos hormonales combinados (muy eficaces en el tratamiento de los trastornos de sangrado; solo pueden utilizarse cuando la mujer no quiere embarazo y no existen contraindicaciones para su uso); análogos del factor liberador de gonadotrofinas (eficaces en el tratamiento de los trastornos de sangrado y capaces de reducir el tamaño; producen muchos efectos secundarios y los síntomas reaparecen al suspenderlos por lo que no se suelen utilizar); moduladores selectivos del receptor de progesterona (el único actualmente en el mercado es el ulipristal, muy eficaz tanto para tratar el sangrado como para reducir el tamaño; produce pocos efectos secundarios y recientemente se ha aprobado su uso indefinido).

Tratamientos no invasivos: Embolización arterial (con control radiológico a través de una arteria de la pierna; muy eficaz para tratar los miomas intramurales que producen sangrado pero en el 10% de las ocasiones puede necesitarse una histerectomía urgente; si hay embarazo después, las complicaciones de la gestación son frecuentes por lo que se utiliza como alternativa a la histerectomía); HIFU (permite destruir los miomas mediante el uso de ultrasonidos; muy eficaz en miomas intramurales únicos no demasiado grandes, de 6 a 8 centímetros de tamaño; su práctica es engorrosa y precisa equipamiento sofisticado); radiofrecuencia (destruye los miomas mediante ondas electromagnéticas; es el tratamiento más reciente; ha demostrado alta efectividad sin efectos secundarios).

Tratamiento quirúrgico conservador: Extirpación del/los miomas mediante técnicas mínimamente invasivas (histeroscopia, laparoscopia) o laparotomía (abriendo el abdomen), cuando aquellas no son posibles (solo en muy pocas ocasiones: menos del 10% de las miomectomías deberían realizarse por laparotomía). La principal ventaja de las técnicas mínimamente invasivas es extirpar los tumores con una agresión mínima. La recuperación es muy rápida y presentan pocos riesgos. Se puede buscar el embarazo entre 3 y 4 meses después de la cirugía. El riesgo de histerectomía no planificada como complicación de estas técnicas es prácticamente nulo cuando las practican cirujanos expertos.

Tratamiento quirúrgico radical: Extirpación total del útero, casi siempre mediante laparoscopia mínimamente invasiva. La principal indicación es para aquellas mujeres que, sin deseo reproductivo, quieren solucionar su problema de manera definitiva evitando el riesgo de reaparición de los tumores.

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