Los filtros de aire no impiden la transmisión de infecciones virales

Existe evidencia de que la contaminación ambiental y de superficies se puede reducir mediante varias estrategias de tratamiento del aire, especialmente, luces germicidas y filtración de partículas de aire de alta eficiencia, pero no se ha podido constatar que estas tecnologías detengan las enfermedades infecciosas.

Los sistemas de filtración de aire podrían no servir para frenar el riesgo de contraer infecciones virales, según una nueva investigación de la Universidad de East Anglia (UEA) (Australia). El equipo estudió tecnologías que incluyen filtración de aire, luces germicidas e ionizadores. Examinaron toda la evidencia disponible, pero no encontraron mucha evidencia que respalde que estas tecnologías puedan hacer que el aire esté a salvo de infecciones respiratorias o gastrointestinales.

El equipo de investigación estudió la evidencia sobre infecciones microbianas o síntomas en personas expuestas o no a tecnologías de tratamiento del aire en 32 estudios, todos realizados en entornos del mundo real como escuelas o residencias de ancianos.

La investigadora principal, Julii Brainard, también de la Facultad de Medicina de Norwich de la UEA, explicó, al respecto, que “los tipos de tecnologías que consideramos incluyeron filtración, luces germicidas, ionizadores y cualquier otra forma de eliminar virus de forma segura o desactivarlos en el aire respirable. Existe evidencia de que la contaminación ambiental y de superficies se puede reducir mediante varias estrategias de tratamiento del aire, especialmente luces germicidas y filtración de partículas de aire de alta eficiencia (HEPA). Pero la evidencia combinada fue que estas tecnologías no detienen ni reducen las enfermedades”.

Cuando se produjo la pandemia de Covid, muchas grandes empresas y gobiernos, incluidos el NHS, el ejército británico y la ciudad de Nueva York y los gobiernos regionales alemanes, investigaron la instalación de este tipo de tecnología en un intento por reducir las partículas de virus en el aire en edificios y espacios pequeños. Sin embargo, las tecnologías de tratamiento del aire pueden resultar caras. Por lo tanto, es razonable sopesar los beneficios y los costos y comprender las capacidades actuales de dichas tecnologías”, tal como sugirió el prof. Paul Hunter, de la Facultad de Medicina de Norwich de la UEA.

Creemos que estudios que se realizaron durante Covid se publicarán pronto y podremos emitir un juicio más informado sobre cuál pudo haber sido el valor del tratamiento del aire durante la pandemia“, concluyó este experto. RV: Ana Mera, farmacéutica. Barcelona

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