España, líder europea en un nuevo tratamiento de la estenosis uretral

La alternativa frente a la cirugía consiste en un balón que combina la dilatación de la estenosis y la administración de un fármaco que previene recurrencias de la obstrucción

La estenosis uretral es un estrechamiento del conducto urinario que comunica la vejiga de la orina con el exterior, lo que puede afectar de forma muy negativa a la calidad de vida del paciente y conllevar problemas graves e irreversibles si la obstrucción se mantiene por un largo periodo de tiempo. “Al estrecharse la uretra se produce dificultad para orinar, el chorro miccional es débil o lento y, a consecuencia de esto, la vejiga experimenta cambios y se comporta espasmódicamente (hiperactividad vesical), generando urgencia para orinar, necesidad de levantarse por la noche, infecciones urinarias… Una estenosis uretral puede ocasionar también retención urinaria crónica e insuficiencia renal”, aclara Fernando Gómez Sancha, jefe  del Servicio de Urología y Cirugía Robótica en ICUA-Clínica CEMTRO.

Más común en hombres que en mujeres, debido a su mayor longitud de la uretra, y con una incidencia aumentada a partir de los 55 años, esta patología es aún relativamente frecuente y la cirugía ha venido siendo el tratamiento de elección. Se realizaba una uretrotomía para conseguir dilatar y seccionar el estrechamiento mediante un corte. Pero en 2021 se introdujo en nuestro país una nueva alternativa,  un balón liberador de medicación, que combina la dilatación de la estenosis con la administración de un fármaco antiproliferativo que evita la recurrencia de la obstrucción de la uretra, impidiendo que el tejido vuelva a regenerarse.  Según el experto Gómez Sancha, “se indica en estenosis uretrales no demasiado complejas, con una longitud inferior a tres centímetros. Al tratarse de una opción mínimamente invasiva, casi siempre merece la pena probar a dilatar la estenosis antes de plantear un tratamiento quirúrgico agresivo, que a menudo requiere usar injertos de mucosa del carrillo de la boca y requiere ingresos prolongados y sondaje durante tres semanas”.

Menores recurrencias

Ya se han realizado 725 tratamientos con el balón Optilume, de la empresa Palex, lo que convierte a nuestro país en líder en Europa y segundo a nivel mundial, tras Estados Unidos. Una de las grandes ventajas de este tratamiento, además de ser una técnica ambulatoria y mínimamente invasiva,  es que ofrece muchos mejores resultados en cuanto a durabilidad y eficacia. De hecho, tal y como reconoce Fernando Gómez Sancha, “la estenosis uretral tiene tendencia a recurrir con el tratamiento quirúrgico y los resultados pueden ser muy frustrantes. En cambio, con el balón liberador de medicación la incidencia de recaídas es mínima. En nuestra clínica llevamos ya unos 40 casos y solo hemos visto dos recidivas”. Concretamente, el experto urólogo explica: “El balón se coloca en el centro de la estenosis, sobre una guía (una especie de cable que se introduce por la uretra estrecha y permite introducir el balón colapsado), a continuación se infla con contraste radiológico, lo que posibilita comprobar su posicionamiento correcto, y se deja ahí unos minutos. En este tiempo, el fármaco que lo recubre difunde a la uretra y ejerce su efecto inhibidor de la cicatrización y la fibrosis, previniendo que se produzca de nuevo un estrechamiento con el paso del tiempo, que era lo que pasaba muy frecuentemente cuando dilatábamos con balón sin fármaco. El balón se retira después y se deja una sonda vesical durante dos días”.

El fármaco se absorbe por el urotelio, en el que permanece durante 30 días, evitando la recurrencia de la estenosis. Por tanto, según los resultados a un año del estudio Robust III, publicados en The Journal of Urology, la tasa de éxito para Optilume es del 83% frente al 22% de la cirugía tradicional. Amparo Luque. MADRID

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