Algunas mujeres alertan de cambios en la menstruación después de vacunarse

No hay estudios sistemáticos de la relación entre la regla y la inmunización

Inés Banet, de 48 años, explica que sufrió una fuerte hemorragia jamás experimentada tras la segunda dosis de Pfizer. “Si al día siguiente hubiera seguido así, hubiera ido a un hospital”, afirma. Pero el susto pasó con rapidez. La tranquilidad le llegó en parte al leer que otras usuarias de Twitter habían vivido una experiencia similar y que lo atribuían a la inyección. “¿Cómo iba yo a relacionarlo con la vacuna?”, dice Banet.

Julia Otaño también sufrió alteraciones en su ciclo. La joven de 28 años afirma que ha sufrido tres retrasos consecutivos desde que recibió la segunda dosis de Pfizer en abril. “En uno de ellos, me hice un test de embarazo porque la regla se me retrasó semana y media. Yo siempre he sido muy regular”, dice. Ahora Otaño presenta ciclos de 32 días frente a los 28 previos.

Por el momento no hay estudios sistemáticos sobre la relación entre la menstruación y las vacunas. Los datos disponibles se han recopilado en su mayoría por agencias gubernamentales y hablan de una baja incidencia.

Entre el 27 de diciembre del 2020 y el 30 de mayo del año actual, el Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos registró 277 notificaciones relacionadas con el aparato reproductor y la mama en las mujeres, según su último informe de sobre vacunas para la covid.

“Estos efectos no se habían descrito en ninguno de los ensayos clínicos, probablemente porque son poco frecuentes y no se observan cuando solo se han vacunado 40.000 personas”, explica a este periódico Isabel Sola, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC. Ahora, las redes sociales se han llenado de mujeres que comentan sus cambios en la regla y piden información al respecto.

Desde la Universidad de Granada se ha lanzado un estudio para analizar los cambios en la menstruación tras la inyección. Según explica la investigadora principal del proyecto Laura Baena, también se llevará a cabo un seguimiento a unas 120 mujeres antes y después de las vacunas.

Las investigadoras Kathryn Clancy y Katharine Lee, de la Universidad de Illinois (EE.UU.) también han planteado un estudio para entender mejor las posibles alteraciones. “Con la vacuna se produce una reacción inflamatoria más o menos leve y esta inflamación puede alterar la secreción de hormonas”, explica por correo electrónico Salvador Iborra, profesor del departamento de Inmunología de la Universidad Complutense de Madrid. “Estos cambios, sin embargo, deberían ser transitorios, sin efectos a largo plazo”, añade.

Isabel Sola coincide en afirmar “que parece que son efectos poco frecuentes, de duración limitada en el tiempo y reversibles, además de sin consecuencias en la fertilidad”.

Los sueros autorizados están aún en la fase III y IV de los ensayos clínicos lo que supone que se continúan vigilando sus posibles riesgos de uso. En la web de la AEMPS se pueden reportar los posibles efectos secundarios.

“La manera de que esto se estudie es que lo comuniquemos. Si no lo hacemos llegar, va a quedar simplemente en que lo hemos comentado entre nosotras en Twitter”, dice Inés Banet. La comunidad científica será la encargada de averiguar si existe o no semejante relación causal, la cual no se detectó en los ensayos clínicos originales. “Habrá que tenerlo presente en los ensayos clínicos y, sobre todo, en la vigilancia farmacológica post-autorización”, afirma por su parte Isabel Sola. En este sentido, la Universidad de Granada ha lanzado un estudio para analizar los cambios en la menstruación. Hasta el 30 de mayo, 277 mujeres han reportado problemas con el aparato reproductor y la mama. Leyre Flamarique

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