¿La IA aumentará las posibilidades de recuperación tras un ictus?

El algoritmo permitiría a los equipos de emergencias mejorar la respuesta rápida e individualizada.

El gran enemigo del ictus es el tiempo. A medida que corren los minutos, las células del cerebro se van muriendo. Las probabilidades de recuperación del tejido neuronal pasan por una respuesta ágil y precisa en su caracterización y tratamiento. El tiempo de reacción es clave. Sin embargo, uno de los retos actuales cuando un paciente es atendido por los servicios de emergencias por la sospecha de un ictus es qué hospital es el más adecuado para optimizar la continuidad asistencial iniciada a nivel prehospitalario. La decisión, que se toma a contrarreloj bajo procedimientos consensuados, va a depender de la gravedad, del tipo de ictus y del tratamiento que vaya a necesitar la persona.

El proyecto liderado por la investigadora Natàlia Pérez de la Ossa, de la Fundació Institut d’Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol (IGPT) de Badalona, y coliderado por Xavier Jiménez, del Sistema d’Emèrgències Mèdiques de Catalunya (SEM), ayudará a mejorar la toma decisiones rápidas basadas en información precisa. El objetivo es validar la evolución de una herramienta, el RACE-Plus, que se puede utilizar ya en la ambulancia y que permite conocer qué tipo de ictus sufre el paciente. No es lo mismo un ictus por una obstrucción de una de las principales arterias del cerebro que un ictus por una hemorragia. El tratamiento, tampoco. Actualmente, esta diferenciación solo puede hacerse en los hospitales con una prueba de imagen cerebral.

RACE-Plus es un programa que se podrá instalar en dispositivos móviles o estaciones de trabajo de los sistemas de emergencia y que funciona como una app. La herramienta utiliza datos del paciente y de su situación clínica y, mediante un algoritmo de inteligencia artificial, establece el tipo de ictus más probable, lo que permitirá una atención rápida e individualizada. Además, esta información se podrá compartir con todos los profesionales implicados, los de la ambulancia, los coordinadores de los sistemas de emergencias y los sanitarios del hospital que van a recibir el paciente, de manera que el dispositivo mejora la transmisión de la información y la coordinación.

Los investigadores estiman que su uso podría adelantar el tratamiento en los pacientes seleccionados en una o dos horas, lo que supondría un incremento del 10% de las probabilidades de recuperación. M. Baldomà

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