Encuentran potenciales biomarcadores tempranos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2

Perfiles metabolómicos, algunas proteínas del suero, ciertas alteraciones epigenéticas, patrones dietéticos y factores medioambientales como las partículas contaminantes. La identificación de biomarcadores para diabetes tipo 2 constituiría un importante avance para controlar la enfermedad.

Investigaciones llevadas a cabo en Ciber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CiberDEM) han permitido avanzar en la detección precoz de personas en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, pudiendo así llevar a cabo estrategias preventivas, según han manifestado expertos de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y CiberDEM en el  XXXV Congreso de la SED que se ha celebrado este mes en Granada.

Esta no ha sido la única aportación innovadora procedente del área de la investigación básica y clínica que se ha presentado. CiberDEM ha dado a conocer resultados recientes de la investigación en diabetes con el desarrollo de nuevos biomarcadores identificados a partir de la cohorte del estudio di@bet.es, las funciones del succinato en el balance energético, control de la glucemia y ritmos circadianos y los avances en terapia génica para la diabetes y su traslación a la clínica”, ha señalado Eduard Montanya, director científico del CiberDEM.

ALTERACIONES ASOCIADAS EN ESPAÑA 

Eva García Escobar, investigadora del CiberDEM en el Hospital Universitario de Málaga, ha recordado las proporciones epidémicas a nivel mundial que está alcanzando la DM2, la forma más frecuente de diabetes. “A pesar de las mejoras en los tratamientos, la DM2 representa un serio problema de salud con importantes costes para los sistemas sanitarios, por lo que la detección precoz de sujetos en riesgo, así como el abordaje temprano de sus síntomas, resultan fundamentales para retrasar la aparición de la misma y evitar el desarrollo de futuras complicaciones”.

Las investigaciones realizadas en el seno del estudio di@bet.es, un ensayo de cohortes prospectivo de base poblacional con 7.5 años de seguimiento realizado en España, han contribuido a la identificación de potenciales biomarcadores tempranos asociados al riesgo de aparición de esta enfermedad y alteraciones asociadas en nuestro país (ya sea indicando un mayor o un menor riesgo).

Entre ellos se incluyen perfiles metabolómicos, que recogen la contribución de los procesos inflamatorios y el papel del músculo, y proteínas del suero (tales como VEGFb o SP-D). También se identifican como posibles indicadores del desarrollo de estas patologías metabólicas factores epigenéticos (miRNAs), dietéticos, de estilos de vida o, incluso, medioambientales (partículas contaminantes).

Estos indicadores tempranos, a juicio de la investigadora del CiberDEM, “son de utilidad en la evaluación del riesgo de desarrollo de DM2 y abren la posibilidad a nuevas estrategias de prevención y como dianas terapéuticas”. Sin embargo, según reconoce, “son necesarias investigaciones orientadas a su validación clínica y analítica antes de que puedan llegar a ser utilizados en la práctica clínica”.

NUEVAS PROPUESTAS PARA EL SUCCINATO

Sonia Fernández Veledo, jefa del grupo Diamet del Institut d’Investigació Sanitaria Pere Virgili (Tarragona) y el CiberDEM, ha presentado las nuevas funciones descubiertas del succinato en el balance energético, control de la glucemia y los ritmos circadianos. El succinato, un componente clave del ciclo de Krebs, desempeña un papel esencial en la producción de energía mitocondrial. Además de su función metabólica intracelular, puede actuar como señal extracelular a través de su receptor específico SUCNR1, similar a las hormonas, con efectos autocrinos, paracrinos y endocrinos.

En la investigación explicada por Fernández Veledo se han evaluado los diversos roles del succinato (generado tanto por nuestras células como por la microbiota intestinal) en la modulación de la respuesta inflamatoria y la homeostasis glucídica postprandial.

Esto es importante, tal y como detalla, porque “en diversas patologías metabólicas, como la obesidad y la diabetes, se han identificado niveles crónicamente elevados de succinato, lo que agrava la inflamación y altera sus funciones fisiológicas en la regulación de la homeostasis energética”. De hecho, la activación del eje succinato/SUCNR1 se ha vinculado con la fisiopatología de la diabetes y sus complicaciones asociadas. En esta investigación se sugiere que “el succinato podría ser un biomarcador con capacidad predictiva en este contexto”.

A pesar del interés de las compañías farmacéuticas en inhibir el eje succinato-SUCNR1 por su relevancia en metabolismo, inmunidad y microbioma, las aproximaciones basadas en el uso de antagonistas de SUCNR1 no han progresado.

Partiendo de esta realidad, la propuesta de este grupo de investigación pasa por “restablecer los niveles anómalos de succinato para mitigar la inflamación y restaurar sus funciones fisiológicas”, según Fernández Veledo, quien considera que el succinato emerge como un metabolito fundamental en la regulación metabólica, “aunque aún queda por comprender de manera integral su biología”. R.Serrano

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