VIII. Psoriasis

PSORIASIS

     La Psoriasis es una enfermedad típicamente dermatológica que cursa normalmente con placas rojas descamativas crónicas. Sin embargo hay varias formas clínicas, desde muy leves con pocas lesiones a formas generalizadas. Cursa a brotes, sobretodo en los cambios estacionales, y puede producir sensación de picor o quemazón.

   Suele ser de tipo familiar (hereditario), comenzar a temprana edad o ya de mayor. Afecta del 2 al 5% de la población. Una forma característica de comienzo es la denominada Psoriasis guttata, que aparece de pronto como una erupción general en perdigonada tras un episodio febril (p.e. una faringamigdalitis,…). Esta suele ser una forma de comienzo de psoriasis en el niño o en el adolescente.

Las localizaciones predilectas son superficies de extensión: codos, rodillas, también región lumbar (áreas cubiertas normalmente) y cuero cabelludo. También hay formas palmo-plantares crónicas y afectación de uñas (aspectos de piqueteado en la làmina ungueal –pitting ungueal- o como una “mancha de aceite” en los bordes de dicha lámina ungueal). Puede presentarse, aunque raramente, en las mucosas oral o genital y en el niño suele tener tendencia a afectar la cara. La psoriasis presenta el Fenómeno isomorfo o de Koebner que consiste en que las lesiones pueden aparecer en lugares de roce o sobre cicatrices, también lo presentan el liquen plano y la sarcoidosis.

     Existen, aunque mas raras, formas graves como son el Psoriasis pustular, que puede ser generalizado o palmo-plantar, el eritrodérmico (eritema descamativo de toda la piel corporal) y la artritis psoriásica, esta última suele afectar a las articulaciones interfalángicas distales y a la región lumbosacra. Por suerte un mismo paciente siempre suele tener una misma forma clínica de psoriasis y no es frecuente que una forma leve evolucione a formas graves sino que éstas ya lo son desde un principio. Las forma pustular generalizada y la eritrodérmica suelen acompañarse de problemas de afectación del estado general como fiebre, artralgias, etc…

   La psoriasis mejora en verano, excepto las formas graves, especialmente con las exposiciones solares combinadas con baños de mar, pero evitando, las quemaduras solares. Por ello en invierno son efectivos los tratamientos con lámparas de luz ultravioleta (RUV) pero controlando muy bien la dosis de éstas en centro hospitalarios o especializados. También se le he está dando mucha importancia ultimamente al llamado síndrome metabólico, quiere decir que formas graves de psoriasis crónico suelen acompañar a problemas de obesidad, diabetes, cardiopatía o hepatopatía, por lo que habrá que considerar y tratar dichas patologías acompañantes.

Los tratamientos médicos pueden ser tópicos o generales.

Los tratamientos tópicos pueden ser diferentes combinaciones de pomadas con corticoides “blandos” (se absorben poco y dan pocos efectos secundarios) sobretodo para combatir la rojez; queratolíticos como el ácido salicílico (elimina la descamación); derivados suaves del alquitrán de hulla (en placas crónicas o en baños en casos extensos); y derivados de la vitamina D (calcipotriol) que actúan mas especificamente en los mecanismos fisiopatogénicos de la enfermedad. Suele ser muy eficaz una vez se ha conseguido eliminar o mejorar mucho el componente descamativo con los queratolóticos, pomadas que combinan calcipotriol con betametasona o éstas en foma de gel para el cuero cabelludo.

Como tratamientos generales tenemos el Acitretino oral (contraindicado en mujeres en edad fertil a no ser de combinar una contracepción segura por su poder teratogénico), y ya ultimamente en casos graves tratamiento biológico (usketinumab y otros tratamientos biológicos).

Muchos pacientes que precisan tratamientos especiales que combinan baños con alquitrán de hulla y/o toma de psoralenos + RUV (PUVA), sin o con acitretino oral (REPUVA) deben ser atendidos en Unidades hospitalarias de Hospital de Día.

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