Vacunas, verano y mascarillas

Por Antoni Trilla, epidemiólogo. Hospital Clínic. Barcelona

El Centro Europeo de Prevención y Control (ECDC) indica que el riesgo de desarrollar formas graves de covid en personas vacunadas con una pauta completa es bajo para las personas de mayor edad o con enfermedades subyacentes y muy bajo para la población en general. Para una persona no vacunada en contacto con una persona vacunada, el riesgo es moderado para las personas de más edad o con enfermedades subyacentes y bajo o muy bajo para la población general. La reducción global del riesgo de contagio depende del nivel de cobertura de vacunación en la población (menor riesgo cuanta más población esté bien vacunada) y del nivel de transmisión de la infección (menor riesgo cuantos menos casos haya en la comunidad).

La transmisión del coronavirus en espacios exteriores no supone un riesgo significativo. Menos del 10% de casos de covid tiene que ver con esta transmisión. Si estamos muy próximos unos a otros durante mucho tiempo y/o hay mucha gente, como por ejemplo en un acontecimiento deportivo masificado o haciendo una cola larga sin distancia suficiente, el riesgo es algo superior. No se ha confirmado ninguna situación de superdiseminación (muchos contagios a partir de un caso índice) que haya tenido lugar solo en espacios exteriores. Tampoco se ha comunicado ningún brote de covid relacionado con las playas en ninguna parte del mundo.

El riesgo en espacios interiores es variable, pero siempre es entre 4 y 20 veces más elevado que en exteriores. Depende de la concentración del coronavirus en el aire y de la duración de la exposición.

Los esfuerzos para prevenir la transmisión de la covid deben dirigirse especialmente a los espacios interiores, donde se reúne mucha gente, la ventilación puede no ser adecuada y se está en contacto prolongado y próximo con muchas personas. Una persona con covid en las fases iniciales de infección puede emitir millones de partículas con coronavirus cada hora simplemen-te respirando. Las mascarillas conti-nuarán durante esta pandemia. Han ayudado mucho y serán parte de la respuesta frente a futuras pandemias.

Este verano, cuando haga calor y la humedad relativa sea elevada, gran parte de nuestra vida se hará al aire libre. Si seguimos vacunando al ritmo actual y la tasa de infección se reduce y controla, podremos ir sin mascarilla al aire libre con razonable seguridad. Todavía habrá que llevarla siempre encima, por si acaso y para los espacios interiores. Como no podemos distinguir a las personas vacunadas de las no vacunadas, la recomendación deberá ser general. La opción más prudente es ahora seguir todos con mascarilla hasta que el nivel de vacunación sea alto (pongamos el 50% de toda la población) y el nivel de infección sea bajo (pongamos 50 casos por 100.000 habitantes en los 14 días previos). Estamos más cerca de conseguirlo. Este verano, si todo va bien, nos veremos todos nuevamente las caras. Y sonreiremos.

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