Un año para aprender

Por Antoni Trilla, epidemiólogo. Hospital Clínic de Barcelona

Acabamos de terminar el año 2020, que será recordado como el año de la pandemia. Ha sido un año muy complicado, duro y difícil. Un año marcado por el dolor y el sufrimiento que la enfermedad ha supuesto y supone para muchas familias, por el impacto que tiene sobre nuestras vidas y nuestra economía y por las muchas incertidumbres que aún genera el control de esta pandemia. Entramos en el año 2021 en una situación epidemiológica preocupante e inestable, sea el repunte de la segunda ola o el inicio de la tercera. Empieza el invierno con nuestro sistema sanitario al límite, tratando de mantener un equilibrio difícil entre la atención a los pacientes con covid y sin covid. Este equilibrio se romperá pronto si aumentan de forma rápida los pacientes con covid. Mucha atención pues a las próximas semanas, que pueden ser muy difíciles.

Este 2020 hemos aprendido muchas cosas. Aprender siempre es positivo. Hemos aprendido que todos nos equivocamos, aunque solo algunos lo admitimos. Hemos aprendido cómo la comunidad científica mundial puede dedicar esfuerzos intensos y muchos recursos a investigar este virus, saber cómo se transmite, cómo evoluciona genéticamente, cómo predecir el comportamiento de la pandemia, cómo protegernos individualmente (distancia, manos, mascarilla, ventilación), con qué tratamientos podremos evitar que cause enfermedad grave, cómo reducir la mortalidad y cómo prevenir la infección gracias a las vacunas que ya estamos empezando a administrar.

Hemos aprendido que los ciudadanos, ahora muy cansados de esta situación, pueden responder mayoritariamente de forma solidaria y admirable ante notables sacrificios, individuales y colectivos. Gracias a todos se pudo superar la peor fase de la primera ola pandémica. Para todos los trabajadores esenciales, 2020 ha sido el año en el que hemos trabajado más duramente, durante más tiempo y en condiciones más adversas. Los profesionales sanitarios hemos trabajado en equipo, solidariamente, difuminando barreras profesionales, confiando siempre en los demás. Cada uno de nosotros ha intentado hacer su trabajo diario lo mejor posible. Y creo que lo hemos conseguido. Nos hubiese gustado hacerlo mejor, sin duda, pero lo hemos hecho siempre con nuestra mejor voluntad y esfuerzo, al servicio de los pacientes.

Al inicio de este nuevo 2021 mi opinión es que hay que ver las cosas con realismo y optimismo. Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía, dijo que los optimistas se equivocan más, pero viven mejor. Winston Churchill, Premio Nobel de Literatura, dijo que él era optimista porque no parece muy útil ser otra cosa. Este año 2021 será el año de la vacunación, de los nuevos tratamientos y otros avances científicos frente a la covid. Será el año del control funcional de la pandemia. Será el año en que todos juntos podremos empezar a recuperar nuestras vidas. Amén.

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