Un 25% de los cánceres son digestivos

canceres-pngDieta inadecuada, tabaco, obesidad y edad superior a 50 años son los principales factores de riesgo

S.LARRUCEA – Cuenta un proverbio japonés que no se debe subestimar nada por pequeño que parezca pues “la vida está compuesta de insignificancias; el año de instantes y las montañas de granos de arena”. Al hablar de cáncer, es comprensible que se relacione a órganos como el pulmón o la mama, pues sus altas tasas de incidencia así lo exigen. No obstante, existe otro colectivo que no debe pasar desapercibido. Se calcula que aproximadamente en España se detectan alrededor de 220.000 nuevos casos de cáncer cada año, un 25% de ellos pertenece a los llamados tumores digestivos.

Aunque los avances científicos han permitido aumentar la supervivencia en muchos casos, el diagnóstico tardío suele ser el principal problema de esta tipología. “El inconveniente fundamental de este grupo tumoral es que la sintomatología es muy inespecífica y se suelen detectar en estadios avanzados, sobre todo sucede con el de páncreas”, afirma José Ramón Germà, director científico y del conocimiento del Institut Català d’Oncologia (ICO).

El esófago, el estómago, el hígado y las vías biliares, el páncreas, el intestino delgado y el colon son los órganos que se incluyen en el grupo de tumores digestivos. “Hace 40 años la incidencia del cáncer gástrico en el mundo occidental era mucho más elevada que la de hoy en día. Además, mientras el de estómago ha ido decreciendo, el de colon ha ido aumentando”, explica el oncólogo Germà. El principal motivo de esta tendencia, cuenta el especialista, es el cambio en la alimentación y el abandono de la dieta mediterránea, acompañado de una vida cada vez más sedentaria. Está demostrado que realizar ejercicio moderado reduce el riesgo de padecer cáncer de colon en un 40%. Asimismo, también es una realidad científica que el sobrepeso y la obesidad, problemas sanitarios que van en aumento, elevan considerablemente el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, sobre todo los digestivos. No obstante, el factor de riesgo más determinante en cuanto a tumores digestivos se refiere es la edad. A partir de los 50 años las probabilidades aumentan considerablemente. “El cáncer está asociado al envejecimiento de los tejidos, la mera proliferación de las células también produce una tasa espontánea de mutaciones”, advierte el especialista Germà y añade, “sólo por el envejecimiento de la población el cáncer se incrementa entre el 1,5 y 2% anual”.

Algunos tumores digestivos como el cáncer de esófago y de páncreas tienen relación con hábitos tan perjudiciales como el tabaco y el alcohol. “Si mañana desapareciera la planta del tabaco, se sabe que aproximadamente el 25% de todos los tumores dejarían de existir”, advierte Germà.

Excluyendo la sangre en heces, el síntoma más claro de posible cáncer de colon, o los pólipos, el precedente de éste, la sintomatología de este colectivo tumoral muchas veces puede pasar desapercibida. Dificultad al tragar podría ser una señal de alarma de posible cáncer de esófago, así como sentir malestar tras la comida también pueden ser signos principales de cáncer de páncreas y estómago. “El cáncer de páncreas es el que más preocupa al mundo médico, se suele detectar en etapas tardías, por este motivo, la supervivencia suele ser muy baja, entre el 5 y el 8%”, afirma el especialista. Por ello, José Ramón Germà insiste en la importancia de la prevención con hábitos saludables y en la realización de pruebas a partir de los 50 años para un diagnóstico precoz. Una de las pruebas más recomendables, sobre todo para aquellos que tienen antecedentes familiares de tumor de colon, es la determinación de sangre en heces que obliga ante su positividad a realizar una colonoscopia para detectar si existe una lesión sangrante.

El principal tratamiento del cáncer digestivo es la cirugía. “Producimos menos morbilidad porque hemos desplazado mucha cirugía abierta a cirugía laparoscópica y además la asociación de la quimioterapia a la radioterapia antes de la cirugía ha permitido importantes avances en el tratamiento del cáncer de esófago y de recto”, explica el especialista del ICO. Sea como fuere, a pesar de que aún no se ha encontrado “el pancurator”, término con el que el especialista Germà se refiere a la posible cura del cáncer en su obra Los dioses de bata blanca, los avances científicos permiten seguir soñando.

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