¿Se pueden reprogramar los circuitos sensoriales del cerebro?

Durante la gestación, el desarrollo del cerebro depende de la información sensorial que recibe del mundo exterior a través de los sentidos. La vista, el oído, el tacto captan estímulos que envían a redes de neuronas ubicadas en el tálamo. Y esas neuronas se encargan de pasar esa información a la corteza cerebral, donde se procesa y se acaba generando la percepción sensorial.

En algunos casos, como en la ceguera o la sordera congénita, en que se pierden órganos sensoriales muy temprano en la vida, las conexiones entre sentidos, neuronas y corteza cerebral fallan y, aunque el 60% de las neuronas que recibían información de la vista o el oído se reubican y cambian de función –por la llamada plasticidad cerebral–, el 40% restante muere, sin que se sepa el porqué.

“Si queremos llegar a reparar sentidos perdidos, tenemos que poder recuperar esas conexiones perdidas”, afirma la investigadora Guillermina López-Bendito, directora del departamento de neurobiología del desarrollo del Instituto de Neurociencias de Alicante (CSIC).

En su laboratorio, esta investigadora trabaja con reprogramación celular para intentar, precisamente, recuperar la función de sentidos dañados. Ya han identificado una ventana temporal durante la que es posible transformar unas células cerebrales de soporte de las neuronas, llamadas astrocitos, en neuronas. Para ello, utilizan un virus en el que introducen un gen maestro, llamado neurogenina-2, que inyectan en el tálamo posnatal. Allí el virus infecta solo los astrocitos y logra convertirlos en neuronas.

Ya lo han probado con éxito en ratones sanos y ahora quieren investigar si es posible lograr esa reprogramación celular de astrocitos en neuronas visuales en ratones ciegos. También producirán una degeneración del nervio óptico, como ocurre en ciertas neurodegeneraciones que acaban en ceguera, como en glaucoma, para ver si pueden recuperar los circuitos visuales dañados, y en el futuro la función visual. Cristina Sáez

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