¿Se podrá mejorar la prevención de los infartos con un anticuerpo?

Científicos del CNIC investigan la biología de las placas de ateroma.

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en Madrid, liderados por Almudena Ramiro, están ahondando en el papel de un anticuerpo producido por el propio sistema inmunitario para combatir la aterosclerosis, motivo principal de los eventos cardiovasculares que encabezan las causas de mortalidad en el mundo.

Investigando la respuesta inflamatoria del organismo en las placas ateroscleróticas, Ramiro y su equipo observaron que las células B del sistema inmunitario producían un anticuerpo capaz de reconocer y unirse a una proteína presente en la placa­ de ateroma. “El anticuerpo se dirige a la proteína ALDH4A1 y tiene un efecto ateroprotector; estamos estudiando cómo se produce ese efecto.”, explica Ramiro. La proteína es un producto de las células que están en proceso de apoptosis o muerte celular mientras se acumulan, junto a moléculas de grasa, en la placa aterosclerótica. Esa acumulación de células y grasa será la que engrose la placa, estrechando las arterias o liberándose en forma de trombo y taponándolas, interrumpiendo el flujo sanguíneo.

El anticuerpo se une a la proteína como señal para que otras células del sistema inmunitario la retiren, por lo que podría emplearse como diana para inmunoterapia. “También hemos descubierto esa proteína en sangre, y sospechamos que podría ser un indicador de la presencia de placas ateroscleróticas en algún lugar del organismo”, detalla la investigadora. “La aterosclerosis es una enfermedad silenciosa o asintomática, que no se detecta hasta que sucede un evento cardiovascular como un infarto de miocardio; detectarla antes de que sea demasiado tarde, o ser capaces de estratificar el riesgo de los pacientes de una forma precisa, es un objetivo fundamental de la investigación cardiovascular”, comenta. Seguirán investigando también en esa dirección. Isabel Troytiño

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