Recibir óvulos libres de enfermedad

grafico-portadores-de-genes-pngUn 40% de la población es portadora de alguna mutación, con los test genéticos se pueden implantar embriones con menor riesgo de desarrollar una patología

F.T. La recepción de óvulos de donante no es sólo la técnica de reproducción asistida más utilizada, sino también la más eficaz. Y es que, entre otras cosas, el óvulo que recibe la mujer es de una donante que no supera los 35 años y, por tanto, la fertilidad no se ha visto comprometida. Ello hace que la tasa de embarazo supere el 50%, y la tasa acumulada, si también se tienen en cuenta las trasferencias de embriones congelados, de aproximadamente el 80%. Las técnicas disponibles en la actualidad hacen que la recepción de óvulos sea, además, lo más segura posible. A través de un estudio genético se puede sortear el riesgo de que el feto pueda desarrollar determinadas enfermedades genéticas.

En la actualidad, Dexeus tiene el único programa de Europa que de forma sistemática realiza un screening de mutaciones genéticas a donantes de óvulos y semen. A través de técnicas de secuenciación masiva (NGS) se pueden analizar más de 600 enfermedades. Un 40% de la población es portadora de alguna mutación, que no quiere decir desarrollar la enfermedad. “Pero es importante que el espermatozoide y el óvulo no tengan la misma mutación porque, de ser así, el riesgo de enfermedad representa el 25%”, explica Pedro N. Barri, director del departamento de obstetricia, ginecología y medicina de la reproducción en Salud de la Mujer Dexeus. Con la realización del test se consigue una mayor seguridad y se reduce considerablemente el riesgo de desarrollar una enfermedad genética. De las 20 patologías más prevalentes en el sur de Europa, como fibrosis quística o hemofilia, se estudian todas las mutaciones.

En cualquier caso, los óvulos nunca se reciben de manera indiscriminada. A la mujer que quiere donar óvulos siempre se le realiza un cariotipado, para examinar los cromosomas, un screening de patologías infecciosas y un cuestionario de enfermedades familiares y psiquiátricas. También quedan recogidos todos los datos físicos. Esto se debe a que la recepción de óvulos es totalmente anónima en España, por ello la receptora siempre recibe óvulos de donantes con características físicas parecidas. En cambio, puede elegir, entre otras cosas, la nacionalidad de la donante, el nivel de estudios o que cuente con fertilidad probada, es decir, que sus óvulos ya se hayan utilizado con éxito en procesos anteriores. Del mismo modo, aunque técnicamente es posible, tampoco se puede escoger el sexo.

El uso de óvulos de donante ha aumentado considerablemente en los últimos años. “En Dexeus un 30% del total de tratamientos por reproducción asistida se realiza con óvulos donantes”, señala Barri. Este incremento se debe fundamentalmente a la tendencia social de posponer la maternidad. “Muchas mujeres se plantean buscar un embarazo a partir de los 40 años, cuando la reserva ovárica es limitada”, añade. A partir de los 37 años se produce lo que se conoce como transición perimenopáusica, es decir, periodo transitorio marcado por la bajada de la función ovárica, junto con otros síntomas físicos y emocionales. La legislación no fija edad límite para recibir óvulos. Por tanto, una mujer de 65 años podría quedarse embarazada, pero el código de buena práctica si marca este límite. “Nosotros nunca tratamos pacientes mayores de 50 años, porque consideramos que supone un riesgo importante para la salud de la mujer, y no digamos si el embarazo es gemelar”, asegura el ginecólogo.

La mujer que recibe los óvulos puede, además, congelar embriones para utilizarlos más adelante y que todos los embarazos se realicen fruto del mismo ciclo. “Hemos visto un nacimiento de un niño tras 13 años de haber congelado el embrión, es decir, dos hermanos del mismo ciclo pero en diferentes momentos. Esto demuestra que la criopreservación es eficaz y segura”, concluye Pedro N. Barri.

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