¿Por qué algunas alergias no se ‘curan’? Éstas son las células culpables

Dos grupos científicos describen de forma independiente dónde está la “memoria alérgica” de los anticuerpos; un paso para establecer terapias que modifiquen la respuesta inmune.

La alergia al cacahuete es una de las más habituales entre los adultos.

Vivir con alergia es incómodo. Si es alimentaria, uno aprende a ser cauto desde pequeño y a evitar esos ingredientes que pueden desencadenar desde un eccema hasta un shock anafiláctico. Si es a pólenes o ácaros, uno se vuelve disciplinado con la medicación, la limpieza y huye de los espacios abiertos en primavera (sobre todo).

Más de 150 millones de europeos padecen algún tipo de enfermedad alérgica. Entre el 23 y el 30% de la población europea presenta rinitis alérgica, por lo que constituyen una de las enfermedades crónicas más prevalentes. Ahora un 30% de la población mundial sufre algún tipo de alergia, en 25 años lo será el 50%.

Un 3% de la población sufre alergias alimentarias. En España este porcentaje sube la cifra cuatro puntos hasta el 7,4%. En el caso de los adultos, detrás de la mitad de las reacciones están frutas, frutos secos como la almendra, los cacahuetes o las nueces, y verduras, como el apio. En niños mayores de 5 años se observa una incidencia similar a la de los adultos. Por el contrario, en niños menores de 5 años los alimentos más alergénicos son huevo, leche y pescado.

Con estas cifras y el impacto que se produce en la población, se buscan soluciones para tratar y ‘curar’ todo tipo de alergias. Pero dar con la tecla exacta para hacer que desaparezca la alteración inmunológica que convierte a una persona en alérgica o más sensible a estos estímulos externos es uno de los santos griales de la medicina.

Ahora, dos equipos de investigadores de la Facultad de Medicina Icahn del Mount Sinai y de la Universidad McMaster, en Canadá, han descrito por separado cómo una población de linfocitos de memoria serían la llave para que las alergias se mantengan con el paso de los años. Este avance ha visto la luz en Science Translational Medicine.

Basados en estudios de niños y adultos con alergias comunes, como la alergia al cacahuete, los datos de las investigaciones pueden ayudar a responder un enigma muy perseguido en el campo de la investigación de las alergias al identificar la verdadera fuente de la “memoria alérgica”. Pilar Pérez

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