¿Nuevos fármacos activables por luz para el tratamiento antitumoral?

Los investigadores ya están haciendo pruebas de seguridad y eficacia en modelos animales.

Imagen virtual de un cúmulo de células de cáncer.

Algunos de los tumores sólidos más agresivos, como el glioblastoma y los cánceres de páncreas, colorrectal y mama, presentan en su interior una concentración de oxígeno muy baja, fenómeno conocido como hipoxia. Lamentablemente, los pacientes diagnosticados con este tipo de tumores experimentan una rápida progresión de la enfermedad y un mal pronóstico, atribuido en gran medida al fracaso de las terapias antitumorales convencionales, como son la quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia, que generalmente muestran una menor eficacia en condiciones hipóxicas.

La terapia fotodinámica es una técnica no invasiva utilizada actualmente en clínica para la destrucción de tumores, así como para el tratamiento de algunas afecciones de la piel, infecciones fúngicas y microbianas, y la degeneración macular relacionada con la edad. Se basa en el uso de unos fármacos especiales, denominados fotosensibilizadores, que se activan con luz de una longitud de onda adecuada con capacidad para atravesar los tejidos biológicos. Ahora bien, el hecho de que la actividad de los fotosensibilizadores disponibles actualmente en el mercado sea muy dependiente de la concentración de oxígeno, dificulta que la terapia fotodinámica se convierta en una técnica general para el tratamiento de cualquier tipo de cáncer, en especial de tumores hipóxicos.

Un equipo liderado por Vicente Marchán, de la Universitat de Barcelona, ha patentado recientemente una nueva familia de fotosensibilizadores que, además de no ser tóxicos en la oscuridad y poder ser activados con eficacia mediante irradiación con luz de la ventana fototerapéutica, presentan una excelente actividad en condiciones de baja concentración de oxígeno, lo que abre la puerta al tratamiento de tumores hipóxicos profundos y de gran tamaño mediante terapia fotodinámica. Dado que el objetivo final del proyecto es facilitar la transferencia de estos nuevos fármacos antitumorales a la industria farmacéutica para que, en última instancia, lleguen a los pacientes, en la actualidad se están llevando a cabo pruebas de seguridad y eficacia en modelos animales. Además, se está explorando su unión a péptidos y otras biomoléculas para dotarlos de mayor selectividad hacia determinados tumores. M.B.

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