Luz verde de Bruselas para el reparto de la vacuna de Moderna en Europa

La CE acelera tras un ensayo con 30.000 personas y una efectividad del 90%

Sin sorpresas. Tal y como estaba previsto, la Comisión Europea expidió  ayer el pasaporte a la farmacéutica Moderna para la distribución de su vacuna en el territorio europeo. Una bendición que llegó solo horas después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) diera luz verde al uso de este fármaco, que ya se administra desde el pasado mes de diciembre en Estados Unidos y Canadá. Esta es la segunda vacuna que la EMA autoriza para su uso en la Unión Europea, después de que hace dos semanas diera vía libre a la distribución del fármaco desarrollado por el gigante norteamericano Pfizer y la empresa alemana BioNTech.

La Comisión Europea tiene un acuerdo con Moderna para la compra inicial de 160 millones de dosis (la mitad de las que se han comprado ya a Pfizer) que está previsto empiecen a repartirse por los países europeos en las próximas semanas. El protocolo establecido para la administración del fármaco de Moderna tiene muchas similitudes, en lo que respecta a plazos de vacunación y dosis, con el de Pfizer, que se está inyectando desde finales de diciembre en España. La nueva vacuna que se repartirá en breve por la Unión Europea requiere de dos dosis para ser efectiva. El intervalo entre una y otra está establecido, en este caso, en 28 días. Una semana más del tiempo recomendado por Pfizer para su vacuna entre la primera y segunda dosis.

La bendición de Bruselas para el inminente reparto de la vacuna de Moderna está avalado por un ensayo clínico en el que han participado alrededor de 30.000 personas, de edades comprendidas entre los 18 y 94 años. La eficacia del fármaco ha quedado demostrada en más de un 90% de las personas elegidas para esta investigación médica. En ese ensayo se observó, por ejemplo. una reducción del 94,1 por ciento en el número de casos sintomáticos de covid en las personas que recibieron la vacuna. La farmacéutica asegura estar lista para comenzar la distribución de su vacuna en Europa en cuestión de días. Una muy buena noticia, ya que si los países de la Unión Europea disponen en breve de dos vacunas, eso tendría que acelerar la administración de este fármaco a la población, algo que de momento no ocurre en Europa, donde la campaña de vacunación avanza en la mayoría de países de la UE a una marcha mucho más lenta que la anunciada por las autoridades.

La vacuna de Moderna es más cara que la elaborada por Pfizer y BioNTech y complicada de producir, pero en cambio su distribución es mucho más fácil, al permanecer estable a temperaturas mucho menos gélidas que el fármaco que ahora se está inyectando (-75 grados) en centros sanitarios y residencias de España. Otra comparación, inevitable cuando las dos vacunas se suministren en nuestro país, se refiere a los efectos secundarios. En el ensayo clínico de Moderna se ha constatado que las consecuencias a la inyección de su fármaco pueden ser más molestas que los del resto de vacunas (especialmente por dolores musculares) pero eso no preocupa en absoluto en estos momentos, ya que esos síntomas desaparecen a los pocos días y, además, esos efectos secundarios se han detectado más en jóvenes que en personas mayores.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se felicitó ayer por la distribución inminente de la vacuna de Moderna. “Hoy (por ayer) proporcionamos a los europeos una nueva vacuna contra la covid y habrá más en el futuro”, aseguró. Y recalcó que “Europa se compromete a suministrar hasta 2.000 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, así que tendremos una cantidad más que suficiente de dosis seguras y eficaces para proteger a todos los europeos”. Ahora solo falta que estas promesas se cumplan. La primera remesa de esta farmacéutica es de 160 millones de dosis; no se dará a menores de 18 años. Javier Ricou (LV)

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