Los seguros de salud ante el COVID-19

Por G. Rubio

Mucho se ha dicho estos días del perjuicio a las empresas por el cese de actividad debido a la disminución de ingresos por la falta de actividad y el tener que hacer frente al pago de nóminas de sus empleados y demás gastos fijos estructurales. Pero hay un sector que tendrá posiblemente resultados positivos récord, el asegurador.

Las compañías y mutuas de seguros no han cesado su actividad. Algunas compañías, curiosamente todas sociedades anónimas y ninguna mutua, están aprovechando la crisis para anunciar nuevos productos como, por ejemplo, líneas especiales y tratos especiales hacia los autónomos. Pero la realidad es que la gran mayoría de los riesgos asegurados han disminuido sustancialmente y, en muchos casos, han desaparecido.

Un ejemplo claro es el hecho de que habiendo bajado el nivel de circulación a mínimos históricos, las primas vinculadas el Seguro de Automóvil deberían haberse alineado en función del riesgo real y no es así. Otro caso sería el Seguro de Salud, ya que por contrato tienen excluidas las pandemias y las epidemias como la que estamos padeciendo.

Aunque desde UNESPA, la Patronal Española de los Seguros, se anunció que las compañías de Seguros de Salud cubrirían a sus asegurados afectados por el COVID-19, la realidad es que con las medidas tomadas por el gobierno, la sanidad privada y pública es un ente único y, claro, no hay ninguna diferencia de cobertura y toda la sanidad la gestiona y financia el Estado. La realidad es que los centros médicos de consulta están cerrados, la práctica totalidad de las cirugías no urgentes (incluso las oncológicas) se han pospuesto y existe mucha limitación para la realización de pruebas diagnósticas y tratamientos como, por ejemplo, las resonancias magnéticas, los análisis clínicos o la rehabilitación. Es decir, la práctica totalidad, por no decir la totalidad de las coberturas del Seguro de Salud Privado actualmente son inexistentes.

Eso significa que las primas de este periodo serán beneficio directo para las compañías y mutuas de seguro de salud ya que la prima se sigue cobrando a los tomadores del seguro íntegramente y prácticamente nadie puede disfrutar de los servicios sanitarios cubiertos por la póliza. Existen otros seguros como el Seguro de Comercios, ahora casi todos cerrados, el de accidentes y, en general, todos los seguros denominados “Diversos”, vinculados principalmente con la actividad económica que siguen imputando la totalidad de las primas a los tomadores de los seguros, mientras el riesgo cubierto, y origen de la prima, en estos momentos no existe.

Parece obvio solicitar al Gobierno alguna medida que regule la prima de los seguros durante este periodo mediante el extorno de un parte proporcional del recibo al estar cubriendo un riesgo inexistente por la crisis del Coronavirus. Atención especial se debería hacer a las compañías que su figura estatutaria no es la de una sociedad anónima (con ánimo de lucro) sino la de una Mutua de Seguros, donde no debe existir el ánimo de lucro ya que los socios son cada uno de los tomadores de los seguros de la entidad mutual y que deberían ser mucho más sensibles, tanto a los intereses como a las necesidades de sus asegurados.

Las Mutuas deberían haber sido las primeras en pensar en sus clientes mutualistas y crear escenarios de devolución de primas por la ausencia de riesgo existente y así ser una ayuda importante a la economía familiar en estos momentos tan duros.

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