Los otorrinolaringólogos reclaman medidas más rotundas contra la contaminación acústica

El ruido afecta al estado de ánimo de un tercio de los españoles.

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) insta a las autoridades a adoptar medidas más rotundas, así como cumplir con las que ya existen, para hacer frente a la contaminación acústica, uno de los mayores problemas de la salud auditiva y de la salud, en general.

Con motivo del Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido, que se celebra el último miércoles de abril, esta Sociedad propone que se lleven a cabo ordenanzas municipales contra el ruido y planes de acción en materia de contaminación acústica, que incorporen la normativa europea aprobada en la lucha contra el ruido.

Dichas medidas deben contemplar cuatro factores fundamentales: planificación territorial y diseño urbano –como la reducción del tráfico–, soluciones técnicas y tecnológicas –motores silenciosos o barreras acústicas, entre otros–, instrumentos legales y su cumplimiento –procedimientos de control y sanción– y educación, sensibilización, respeto y convivencia.

El ruido del tráfico es la principal fuente de contaminación acústica. Es el responsable de un 85% de las emisiones acústicas y puede alcanzar entre 80-85 dB. Según la Comisión Europea, más del 30% de la población en España está expuesta a niveles de ruido por tráfico superiores a los 65 dB. “Este exceso desmedido de ruido puede tener efectos negativos tanto auditivos como no auditivos. Así, estos últimos surgen, principalmente, de la reacción de estrés que provoca en nuestro organismo, algo que puede derivar en otras patologías, como las enfermedades cardiovasculares”, señala la doctora Lavilla.

En relación al número de muertes evitables por ruido en Madrid entre los mayores de 65 años, el Observatorio de Salud y Medioambiente estima que se podrían prevenir 312 muertes anuales, disminuyendo 0,5 decibelios (dB) de niveles de ruido diario medio anual por tráfico. De ellas, 145 serían por causas cardiovasculares y otras 97 por causas respiratorias.

Además, el nivel guía para el ruido nocturno de la OMS continúa superándose en el 100% de las noches, por lo que puede afectar al descanso nocturno. Una reciente revisión publicada en el International Journal of Environmental Research and Public Health demuestra la relación existente entre el ruido del tráfico y la alteración del sueño, su calidad y los problemas para conciliar este. Los niños son los más vulnerables ante la contaminación acústica, puesto que tienen un oído muy sensible.

Dieta contra el ruido

Desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología se aconseja:

–         Disminuir el ruido que generamos.

–         Adquirir electrodomésticos silenciosos.

–         Reducir al máximo la velocidad en las ciudades.

–         Disminuir el volumen y el tiempo de escucha con volumen alto.

–         Evitar ruidos impulsivos, como petardos o disparo de armas.

–         Alejarse de fuentes de ruido, como los altavoces en los conciertos o en las fiestas y discotecas.

–         Utilizar protectores auditivos en situaciones con ruido.

–         No escuchar música con auriculares y reproductores musicales personales durante más de una hora al día a más del 60% del volumen máximo.

Por otro lado, uno de cada tres españoles asegura que el ruido tiene efectos negativos sobre su estado de ánimo, según el último Estudio sobre el ruido en España, elaborado por GAES. El 40% de mujeres de entre 18 y 34 años parecen ser las más afectadas. En el otro extremo están los hombres de entre 65 y 74 años, que admiten tener mayor capacidad para aislarse de los sonidos molestos y verse menos afectados a nivel anímico.

Por otro lado, 7 de cada 10 personas afirman que les cuesta concentrarse cuando están en un ambiente con un nivel elevado de ruido. El ruido más irritante son las obras de la calle (67%), seguidas por los ruidos generados por las obras de los vecinos (49%) y el tráfico (39%). En este sentido, un 46,5% de los encuestados considera que la ciudad en la que vive es “muy” o “bastante ruidosa” y un 30% asegura haber tenido en cuenta el ruido a la hora de elegir una vivienda.

La encuesta también revela que existen sonidos con impacto positivo sobre el estado de ánimo: el mar (83%), la montaña (56%) y el silencio (36%) son los más relajantes.

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