Los niños ya no tienen por qué tener miedo a las pruebas radiológicas

El proyecto Imatgina logra reducir hasta un 75% la dosis de anestesia suministrada

Mejorar la experiencia del niño en las pruebas radiológicas es el objetivo del proyecto Imatgina. Y es que, si las pruebas de diagnóstico pueden ser en muchas ocasiones una fuente de ansiedad y miedo para los adultos, para los pacientes pediátricos dicho sentimiento puede incrementarse. Por ello, esta iniciativa, a través de una buena educación, gamificación y ambientación, pretende que los más pequeños perciban estas pruebas como algo cercano, conocido y hasta “divertido”, si cabe. Un elemento clave de este proyecto es la app ScanKids. Se trata de una aplicación gamificada destinada a niños de entre seis y doce años. Esta les enseña, con términos comprensibles y a través de animaciones 3D de las salas y de la tecnología de imagen radiológica, qué pasos deben seguir en cada momento y qué pueden esperar de cada prueba. ScanKids incluye las cinco pruebas de diagnóstico por imagen más habituales para los niños en un hospital: rayos X, TAC, resonancia magnética, ecografía y telemando. Los pequeños, guiados por sus padres, cuidadores o profesionales sanitarios, deben elegir la prueba y la zona anatómica que se va a analizar. A partir de ese momento, un personaje, niño o niña, les acompaña en todos los pasos a seguir. Asimismo, la ambientación tanto de la sala de espera como de la del TAC también está basada en los personajes de la aplicación. La temá- tica elegida para abstraer a los niños de las paredes blancas y luces frías tí- picas de un hospital ha sido el espacio. Se han creado ilustraciones que les transportan a una aventura galáctica en la que ellos, junto con los personajes del videojuego, se convierten en astronautas a la conquista de su bienestar. El TAC se convierte en una nave espacial que, combinado con la iluminación inteligente de la sala, hace de la experiencia del niño algo mágico y espectacular. La iluminación inteligente obedece a los gustos del propio paciente, cambiando de color según lo que a él le parezca más agradable o relajante. Para Manel Escobar, director clínico de diagnóstico por imagen del Hospital Vall d’Hebron, centro donde se ha puesto en marcha esta iniciativa, este proyecto supone una mejora en la experiencia del menor ante la prueba radiológica porque lo hace partícipe del proceso. “Gracias a esta iniciativa, hemos logrado reducir en un 75% la dosis de anestesia, frecuentemente suministrada a los pacientes cuando se encuentran nerviosos y no nos permiten realizar la prueba en condiciones”, añade. El proyecto ha sido financiado íntegramente por la Fundación Philips y desarrollado por la Fundación CurArte y ha contado con el conocimiento de los profesionales del Hospital Vall d’Hebrón. “Imatgina está creado para un entorno específico, en base al estudio de las necesidades y las inquietudes de los niños que pasan por el Hospital Vall dHebron, pero está en nuestra intención seguir innovando en este ámbito en respuesta a otros retos de otras poblaciones de pacientes, en otras regiones y otros entornos”, apunta Ángeles Barrios, portavoz de Fundación Philips.

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