Los hongos en las uñas es una afección frecuente y potencialmente contagiosa

Los hongos suelen afectar más a las uñas de los pies, pero también pueden aparecer en las de las manos

Redacción

Las uñas recubren, a modo protector, la piel sensible que tenemos en la punta de los dedos, pero a pesar de ese papel defensor, también pueden enfermar. Las patologías más comunes por las que pueden verse afectadas son los hongos y los traumatismos, pero además pueden aparecer determinados síntomas en las uñas asociados a otras enfermedades o incluso el melanoma puede manifestarse en estas como una mancha marrón. Todo ello determina la importancia de revisarlas con frecuencia y consultar con un especialista ante cualquier duda.

Como señala Mª Teresa Truchuelo, dermatóloga del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, “la patología de la uña es compleja porque, a veces, una misma manifestación puede hacer referencia a diferentes problemáticas. Los síntomas habituales son los cambios de color, el grosor alterado o que la uña se despegue del lecho ungueal, que es donde se apoya, por ejemplo. En determinados casos pueden responder a lo que denominamos onicopatía traumática, uñas que se despegan, por ejemplo, por correr, por usar zapatos de punta apretados, etc. En otros casos, sin embargo, puede tratarse de hongos”.

Cómo diagnosticar los hongos de las uñas

Para establecer un diagnóstico adecuado es necesario examinar la uña con la dermatoscopia, cuya luz especial permite discernir determinadas patologías. También es muy útil realizar un cultivo, “una prueba que no es 100% sensible, es decir, que puede producir falsos negativos, pero que es importante como descarte”, señala la especialista Truchuelo.

Tratamiento de los hongos ungueales

Los hongos son más frecuentes en las uñas de los pies y son potencialmente contagiosos, no tanto entre personas, pero sí es típico que empiecen en la uña del dedo gordo y luego se contagien a las de alrededor; incluso, en caso de no tratarse, pueden extenderse por todo el pie.

Cuando la infección es pequeña se puede tratar con lacas antifúngicas o con productos queratolíticos, a base de salicílico o urea a alta concentración que hacen que la uña se vuelva más fina. Si se trata de una infección mayor, y confirmada por cultivo, se recetan pastillas antifúngicas: “son tratamientos largos, ya que la uña crece muy lenta, de hecho, en las manos tardan unos 6 meses en renovarse y en los pies en torno a un año”, explica la experta. Es necesario, por ello, mentalizar al paciente.

Una opción complementaria es el uso del láser que permite acelerar el tiempo de tratamiento. “Se aplican láseres que generen calor, como los Q- Switch o un láser vascular de pulso largo, que permiten calentar el lecho donde está el hongo y, así, destruirlo antes”, añade.

También te podría gustar...