Llegan los tests rápidos de antígenos para detectar la Covid

Son menos fiables que las PCR, pero pueden acelerar el diagnóstico en casos con síntomas

Los tests rápidos de antígenos para diagnosticar la Covid-19 que se empezarán a utilizar en los próximos días en Madrid y poco después en Catalunya pueden facilitar el control de la epidemia y aligerar la presión sobre ambulatorios y hospitales. Pero no sustituirán por ahora a las PCR ya que son menos fiables, según coinciden en señalar distintos especialistas en enfermedades infecciosas consultados para este reportaje.

“Su utilidad dependerá de que se utilicen correctamente”, advierte Jordi Vila, jefe del servicio de microbiología del hospital Clínic en Barcelona. “Hay que definir bien en qué grupos de población son útiles y en cuáles no lo son”.

En Catalunya se utilizarán en un primer momento en atención primaria para acelerar el diagnóstico de personas con síntomas de Covid-19. “Haremos una prueba piloto y, si los resultados son positivos como esperamos, en pocas semanas extenderemos su uso”, informa Robert Fabregat, director general de Recerca del Departament de Salut. Sólo se emplearán en personas que han iniciado síntomas en los últimos cinco días, que es el periodo en que los tests de antígenos tienen una fiabilidad más alta.

Más adelante, este tipo de tests “puede ser útil también en la puerta de urgencias de los hospitales para comprobar rápidamente si una persona con síntomas tiene Covid-19”, destaca Tomàs Pumarola, jefe del servicio de microbiología del hospital Vall d’Hebron. En cambio, “no está claro en estos momentos que tengan utilidad para el diagnóstico en personas asintomáticas”.

Los tests de antígenos tienen la virtud de que son rápidos (dan resultados en menos de 30 minutos), baratos (cuestan alrededor de cinco euros) y más sencillos que las PCR (no requieren reactivos ni personal tan especializado). Pero tienen la limitación de que son menos sensibles, por lo que hay casos que dan positivo en una PCR y negativo en un test de antígenos: son los llamados falsos negativos.

Estas diferencias entre PCR y tests de antígenos se explican por cómo funcionan ambas técnicas. En la PCR se detecta material genético del virus. Para ello, se multiplica su ARN miles o millones de veces, lo que permite detectarlo aunque haya una cantidad muy pequeña de virus en la muestra. La PCR puede encontrar así huellas del virus durante semanas después del contagio, incluso cuando la persona ya no puede contagiar a otros.

En los tests de antígenos, por el contrario, se detecta una proteína de la membrana del virus. Esta proteína no se multiplica, por lo que debe haber una gran cantidad de virus en la muestra para que el test la pueda detectar. Por lo tanto, es alrededor de la fecha de inicio de síntomas cuando es más probable que el test de antígenos dé positivo, porque es cuando hay más virus en la faringe, la nariz y la saliva.

“Hay casi cien compañías desarrollando o produciendo tests rápidos para la detección de antígenos del virus SARS-CoV-2”, informa la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un documento técnico publicado el 11 de septiembre. “Muy pocos han pasado por un proceso estricto de revisión regulatoria”.

El primero que ha sido aprobado por la Agencia de Alimentos y Fármacos (FDA) de EE.UU. en agosto y por la Comisión Europea a principios de septiembre es el test Panbio Covid-19 de la compañía Abbott. En España “se está vendiendo directamente a las auto­ridades sanitarias, hospitales y servicios médicos”, ha informado una portavoz de la compañía.

Este es el test que se empezará a utilizar en la atención primaria en Catalunya. El Departament de Salut ha cerrado una compra de un millón de unidades, de las que ya ha recibido la mitad, a un precio de 4,50 euros cada una.

También Madrid, Andalucía, Galicia, Aragón, Murcia, Baleares y Castilla y León han adquirido partidas del test de Abbott, según informó el martes El Confidencial.

Un estudio coordinado por el Instituto de Salud Carlos III ha evaluado la fiabilidad de este test comparando sus resultados con los de la PCR en muestras de 358 pacientes de seis hospitales de Madrid y Euskadi. Se ha observado una sensibilidad del 93,3% (lo que significa que un 6,7% de los casos han sido falsos negativos: el test de Abbott no ha detectado el virus y la PCR sí). La especificidad ha sido del 99,4% (lo que significa que un 0,6% han sido falsos positivos).

Evaluaciones independientes realizadas en los hospitales de Bellvitge, Vall d’Hebron y Germans Trias i Pujol en Catalunya han obtenido resultados similares.

Un segundo test rápido de antígenos de la compañía Roche se ha empezado a distribuir esta semana en España, a un precio de seis euros por unidad. Según la compañía, tiene una sensibilidad del 96,5% –superior a la del test de Abbott–, aunque este resultado no ha sido validado por investigadores independientes. La OMS recomienda, en su documento del 11 de septiembre, que las prestaciones de los tests rápidos de antígenos sean comprobadas en estudios no financiados por las compañías.

Los falsos negativos registrados en los tests de antígenos impiden que se puedan utilizar como equivalentes de las PCR, ya que puedan dar una falsa sensación de seguridad a personas que tienen el coronavirus pero dan negativo. En casos en que el test de antígenos da negativo y hay una fuerte sospecha de que una persona tiene Covid-19, la OMS recomienda realizar una PCR de confirmación si es posible.

Los falsos negativos desaconsejan también utilizar este tipo de tests para permitir o denegar la entrada a espectáculos a personas asintomáticas, una opción que en Catalunya ha sido defendida por Bonaventura Clotet y Oriol Mitjà, del hospital Germans Trias i Pujol.

Un problema adicional pueden ser los falsos positivos. Si las evaluaciones independientes confirman que son del 0,6% para el test de Abbott, esto significaría que, por cada mil tests que se hicieran, seis darían positivo sin que hubiera realmente el virus de la Covid-19. En una población con una incidencia de la infección inferior a un 0,6% (o 600 casos por 100.000 habitantes), un uso indiscriminado de este tipo de test en personas sin síntomas detectaría más falsos positivos que positivos reales. Por esta razón, el test sólo se recomienda a personas con sospecha clara de infección por coronavirus.

“Pese a sus limitaciones, si se utilizan e interpretan correctamente, los tests rápidos de antígenos pueden jugar un papel significativo en la gestión de los pacientes, la toma de decisiones de salud pública y la vigilancia epidemiológica de la Covid-19”, concluye la OMS en su documento técnico sobre este nuevo tipo de prueba. “Allí donde hay transmisión comunitaria extendida [como ahora en Madrid], pueden utilizarse para la detección temprana y el aislamiento de casos positivos”. J. Corbella (LV)

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