“Las pandemias suelen ir acompañadas de conflictos sociales”. Luis Rojas Marcos, profesor de Psiquiatría

El psiquiatra de la Universidad de Nueva York ha dado las claves para ser resilientes y adaptarnos mejor a las consecuencias de la pandemia.

Luis Rojas Marcos, profesor de Psiquiatría en la School of Medicine, de la Universidad de Nueva York, ha pasado por los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, para recibir un reconocimiento a su trabajo y hablar de “incertidumbre y vulnerabilidad”, como dos elementos que ha traído la pandemia.

Sobre la situación actual, señaló: “Estas pandemias suelen ir acompañadas de conflictos sociales. No es puramente el invisible virus que viene, ataca nuestros órganos, lo superamos y ya, sino que además tenemos que superar retos sociales muy importantes”. Recordó la relevancia de los líderes políticos y sociales en este aspecto: “Lo importante es la información y consejos útiles que dan los líderes, que la gente los entienda y puedan llevarlos a cabo. Por ejemplo, si sabemos que la mascarilla protege, tendrían que decirnos ‘no tenemos mascarillas y cuando las tengamos os las vamos a dar. Mientras tanto poneros un pañuelo’, en lugar de decir que no hacían falta”.

Además, apuntó que “buscar información fiable es muy importante. Una información que sea útil para nosotros a la hora de entender lo que pasa y a la hora de protegernos”.

“El sentido de futuro es fundamental en el ser humano. La mayor parte del tiempo hablamos de lo que vamos a hacer. Cuando se resquebraja el sentido de futuro se nos quita un pilar fundamental de lo que constituye la estabilidad emocional, que va unida a la salud física. Aparece la ansiedad, el miedo, el desconcierto y, como, además, hay que enfrentarse a la epidemia, el estres. La persona estresada está bajo una presión continua, que empieza a socabar su esperanza, su juicio…”, explicó Rojas Marcos en la conferencia que ofreció como clausura del XIII Encuentro Interautonómico sobre protección jurídica del paciente: retos bioéticos y jurídicos de la Covid-19 .

 El distanciamiento físico -que no distanciamiento social, como se insiste en llamar a esta medida de contención, según apunta el psiquiatra- unido al confinamiento, tiene unos indudables efectos nocivos en nuestra salud: “Produce confusión, porque estamos en casa compartiendo horas y horas con personas con las que nos relacionábamos dos o tres horas al día, y ahora nos relacionamos 24 horas”.

Por otro lado, las personas necesitamos explicarnos lo que está sucediendo, “construimos un relato, que va muy unido al tipo de sociedad en la que vivimos. “Las sociedades individualistas acusan a la persona del contagio, el fracaso es de la persona. En las sociedades colectivistas, el fracaso es del grupo, de la sociedad”.

“Las sociedades individualistas acusan a la persona del contagio, el fracaso es de la persona”

Pone un ejemplo: “En Estados Unidos, que es una sociedad bastante individualista, si eres un sintecho, la responsabilidad es tuya. En Europa, cuando hablamos de las personas sin hogar hablamos de que esta sociedad no tiene recursos para dar una casa a todos”.

“El cerebro necesita explicaciones”, insiste y añade, “puede ayudar o fastidiar, si las explicaciones que nos damos son explicaciones sobre las que no tenemos ningún control”.

La resiliencia

A pesar de todo, el experto señaló “la gran capacidad que tiene el ser humano para superar adversidades”. Como dato ilustrativo de esta capacidad, Rojas Marcos se refirió al aumento de la esperanza de vida (la mujer española tiene la segunda mayor esperanza de vida del mundo), la tecnología, la democracia, la libertad…)

Para adaptarnos a los cambios de vida que han llegado con la pandemia es necesario tener resiliencia. ¿Qué personas tienen más resiliencia? Rojas Marcos dio tres claves: 1) “Las personas que ponen el control dentro de ellos superan las adversidades mejor que los que ponen el control fuera de ellos. La persona que se dice a si misma: yo puedo hacer algo por superar esto, sale adelante, mejor que quien deja el control fuera”. 2) “Las personas que confían en sus funciones ejecutivas, utilizan sus facultades y tiene confianza en sus posibilidades. 3) La esperanza es fundamental. Hay gente que tiene esperanza global y piensa que esto se arregla seguro. Y luego está la esperanza localizada, de que haciendo una cosa y otra, va a salir lo que esperamos. La persona que pierde esperanza pierde motivación”.

El experto recomienda hablar. En definitiva, comunicar lo que nos pasa y explicárnoslo, “aceptando que las equivocaciones se pueden resolver” y sin olvidarnos del humor: “El sentido del humor es muy útil, porque pone cualquier situación en una perspectiva jocosa”.

Hay personas que están viviendo esta pandemia con un estrés continuado. “Están sufriendo lo que es un estrés postraumático y en el proceso de superarlo mucha gente reconoce haber encontrado cualidades en ellos, que no conocían. “El dolor no sirve, es la lucha para superar el dolor donde descubrimos cualidades de nosotros que no conocíamos”, concluye. S. Valle (DM)

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