La vuelta al cole y… ¡los piojos! ¿Cómo podemos evitar la infestación?

Septiembre ha llegado y, con él, también lo ha hecho la vuelta a la escuela de los más pequeños de casa: rutina, juegos, amigos, aprendizaje… y los temidos piojos y las infestacione.

La pediculosis, también conocidos como piojos, es un tipo de ectoparásito (parásitos externos), muy contagioso, producida por una infestación del piojo. Afecta las partes del cuerpo con vello o pelo del cuerpo o de la ropa, infectados con huevos o larvas de piojos (liendres) o piojos adultos. Las etapas larvarias de este insecto se alimentan con sangre humana, provocando gran picazón. La pediculosis se contagia fácilmente de persona a persona durante el contacto directo. Tiene distribución mundial y puede afectar a todos los niveles sociales y razas. Es más frecuente en niños de 5-15 años en edad escolar y suele ser más común en el sexo femenino. Es una enfermedad común y es leve, ya que responde muy bien al tratamiento y sobre todo no pone en riesgo la vida de la persona que la padece.

Debido al contacto directo entre pequeños en las aulas o en el recreo, los niños son más susceptibles de infestarse con piojos. Si bien es cierto que estos parásitos no transmiten enfermedades, es posible que produzcan daños y picores en el cuero cabelludo de los niños a través de sus picadas, y únicamente evitaremos el contagio y la expansión indeseada de los piojos con una buena prevención y tratamiento.

Medidas para evitar el contagio

– La principal fuente de contagio es el contacto directo cabeza con cabeza. Los niños pasan muchas horas juntos en diversas actividades y, en el momento en que sus cabezas permanecen juntas, es cuando se produce el escenario más propicio para la transmisión.

– En general, hay que evitar también que los niños se presten los utensilios del cabello entre ellos.

– Utilizar el mismo peine o cepillo en casa por varios miembros de la familia incrementa las posibilidades de que haya un brote de contagio.

– Una vez a la semana es aconsejable peinar a los niños con una lendrera, para revisar y descartar la existencia de piojos.

Pero una vez que se da el contagio, ¿cómo acabamos con los piojos?

La forma más eficaz de acabar con una infestación es utilizar un buen producto antipiojos. Los más comunes contienen dimeticona de acción física, cuyo mecanismo consiste en recubrir al piojo de una película impermeable hasta as­ xiarlo, o piretrina de acción química, que se basa en alterar los canales de sodio de las membranas celulares del sistema nervioso del parásito. Primero les ocasiona hiperactividad y descoordinación, seguido de la parálisis y muerte del parásito.

vehiculante y facilite la aplicación y distribución de manera uniforme por todas las hebras capilares. Llegando así con más facilidad a todos los tipos de cabellos (largos, cortos, rizados, lisos), esta combinación asegura mayor rapidez en cubrir y, por lo tanto, en eliminar piojos y

La prevención, clave

Por último, es muy importante la prevención. Utilizar productos diseñados para proteger, pero que a la vez cuiden la piel y el cabello de los más pequeños.

La gama de productos en farmacias es una buena opción para cuidar y proteger a diario los niños a partir de 0 meses, y es adecuada para pieles sensibles y atópicas. Están formulados con dos principios activos: el exclusivo árbol del té Nosa, sin methyleugenol, y la dimeticona. Esta fórmula ha sido testada bajo control pediátrico, dermatológico y, además, garantiza un 100% de tolerancia cutánea en aplicaciones diarias y continuadas a largo plazo.

La gama completa incluye diferentes productos, como son los sprays desenredantes, los champús, mascarillas y cera de peinar. Todos ellos están desarrollados para ofrecer soluciones a las necesidades de protección, según las preferencias de los usuarios. Su gran éxito, a parte de su efi­cacia, son sus irresistibles e inimitables aromas. M. T. T. (SyM)

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