La mayoría de los pacientes de osteoporosis no recibe el diagnóstico y el tratamiento correctos después de una fractura

Las fracturas osteoporóticas provocan más días de hospitalización en las mujeres mayores de 45 años que otras enfermedades como la diabetes, el cáncer de mama o un infarto e incluso hasta el 24% de las personas que ha sufrido una fractura de cadera muere el primer año.

La osteoporosis, que significa “hueso poroso”, es una enfermedad en la que los huesos se vuelven débiles y frágiles debido a que el cuerpo pierde demasiada densidad de masa ósea o produce muy poca. A nivel microscópico, la estructura de un hueso sano se asemeja a la forma de un panal de abejas, con cavidades y espacios.

En los huesos afectados por la osteoporosis, estos huecos y espacios son mucho más amplios, lo que significa que los huesos son menos densos y, por lo tanto, más débiles de lo que deberían ser. Esto los hace susceptibles a roturas y fracturas. Los huesos afectados por la osteoporosis, estas cavidades y espacios son mucho más amplios lo que significa que los huesos son menos densos y por lo tanto, más débiles de lo que deberían ser. Esto los hace propensos a roturas y fracturas.

 Síntomas de la osteoporosis

En la mayoría de los casos, la persona no se da cuenta de que tiene osteoporosis hasta que se rompe o se fractura un hueso. La cadera y la muñeca son los lugares más comunes donde ocurren las fracturas, mientras que las fracturas de la columna vertebral también son relativamente comunes.

A veces antes de que se produzca una fractura aparecen algunos síntomas:

  • Dolor de espalda
  • Postura encorvada (sobre todo en personas mayores)
  • Pérdida de altura

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis, recientemente celebrado, alerta de que la osteoporosis es una ‘enfermedad silenciosa’ y advierte de que casi un 80% de los pacientes no recibe el diagnóstico y el tratamiento correctos después de una fractura. “La mayoría de las personas no saben que la padecen hasta que sufren una fractura de un hueso por una caída o un golpe menor”, asevera María Cortés Berdonces, coordinadora del Grupo de Metabolismo Mineral Óseo de la SEEN.

Las fracturas osteoporóticas provocan más días de hospitalización en las mujeres mayores de 45 años que otras enfermedades como la diabetes, el cáncer de mama o un infarto e, incluso, hasta el 24% de las personas que ha sufrido una fractura de cadera muere el primer año. “La osteoporosis es un importante problema de salud pública, y su consecuencia, la fractura, tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente y la morbimortalidad”, enfatiza Cortés Berdonces quien hace hincapié en la concienciación social de la enfermedad: “Es fundamental que una persona que haya sufrido una fractura osteoporótica conozca el riesgo de sufrir una fractura sucesiva en los siguientes 6-12 meses, lo que se conoce como riesgo inminente, para que pueda ser evaluada en la mayor brevedad posible por un experto en metabolismo óseo por si existe una enfermedad que esté causando la mala calidad ósea y así prevenir fracturas sucesivas”.

Una fractura, con un reducido impacto, provocada por una caída desde la propia altura de la persona o sin traumatismo, así como una fractura por un golpe de tos o al levantar peso producida en una localización osteoporótica (vértebras, cadera, radio, pelvis y húmero), se debe a la osteoporosis que se origina por una mala calidad ósea y no siempre se detecta en las pruebas habituales de densitometría. “Cada fractura osteoporótica aumenta hasta 2 veces el riesgo de una nueva fractura y este factor es independiente de que previamente se haya detectado una baja masa ósea”, remarca la endocrinóloga.

Asimismo, los pacientes con una fractura osteoporótica reciente más grave (vertebral, cadera, pelvis, humero o radio) presentan un riesgo inminente de fractura en los siguientes 6-12 meses. Este riesgo de fractura osteoporótica sucesiva es 4 veces mayor en fracturas vertebrales, sobre todo, si son múltiples o más graves. La edad influye también en la posibilidad de sufrir de nuevo una fractura. “El 25% de los pacientes mayores de 65 años con una fractura vertebral se volverá a fracturar en los dos primeros años”, puntualiza la doctora, quien añade que “el riesgo de fractura osteoporótica sucesiva es mayor en los primeros 24 meses”.

El tratamiento de una fractura, que variará en función de su localización, debe ser prescrito por un traumatólogo y posteriormente, sin demora, el paciente debe ser tratado de la osteoporosis tras someterse a un estudio de metabolismo óseo adecuado para evitar que la fractura vuelva a producirse. La labor de las Unidades de Coordinación de Fracturas o FLS, Fracture Liaison Services en inglés, es fundamental. Estos servicios conformados por especialistas en metabolismo mineral óseo como endocrinos, reumatólogos, traumatólogos y rehabilitadores, entre otros, identifican a los pacientes que presentan un riesgo alto de fractura o inminente tras realizar una exhaustiva evaluación de la osteoporosis que ha provocado la fractura para aplicar el tratamiento adecuado.

En cuanto a la incidencia, la más frecuente es la osteoporosis postmenopáusica y senil, que afecta a un 22,5% de las mujeres. En relación a los hombres se estima que sufren esta patología un 6,8% de los mayores de 50 años. Asimismo, existen también enfermedades que pueden causar osteoporosis en personas más jóvenes. M.T.T.(SyM)

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