La inmunoterapia modifica la primera línea terapéutica en cánceres gástricos y de esófago

Los ‘inmuno Checkpoint’ han impulsado la terapia del cáncer gástrico y de esófago, patologías que, desde hace más una década, no habían variado sus abordajes.

Los tumores digestivos, fundamentalmente de estómago y de esófago, no habían registrado mejoras terapéuticas en primera línea desde hace aproximadamente más de 10 años, según indicó a DM Andrés Cervantes, director del Área Educativa de ESMO 2020 y presidente electo de esta sociedad. Pero, avanzaba también, que en esta nueva edición de ESMO se iban a presentar datos muy halagüeños en este tipo de tumores, tanto en enfermedad avanzada como localizada.

Los nuevos estudios que se han dado a conocer en ESMO 2020 han demostrado que la inmunoterapia es beneficiosa para pacientes con cáncer gástrico y esofágico que actualmente tienen una supervivencia deficiente. La terapia inmune sería un gran cambio en el tratamiento, ya que los inhibidores del punto de control inmune, también denominados ‘inmuno Checkpoint’, aún no están aprobados para la terapia temprana en los países occidentales.

Tres estudios proporcionan evidencia, basada en diferentes poblaciones de pacientes y diferentes inhibidores del punto de control inmune utilizados como terapia de primera línea.

El ensayo CheckMate 649 ha evaluado el nivolumab más la quimioterapia frente a la quimioterapia solo como tratamiento de primera línea en pacientes con cáncer gástrico avanzado no positivo en HER-2, cáncer de unión gastroesofágica o cáncer de esofágica, todo ello con histología de adenocarcinoma.

Los resultados muestran que nivolumab y quimioterapia mejoraron la supervivencia global y la supervivencia libre de progresión en pacientes con puntuación positiva combinada (CPS) de PD-L1 >5 tumores. También se observaron mejoras en pacientes con PD-L1 CPS >1 tumores y en la población general de pacientes.

Se prevé un análisis adicional de subgrupos y biomarcadores (por ejemplo, MSI-High) para caracterizar mejor el beneficio de eficacia en pacientes en todos los límites de CPS.

Para Salah-Eddin Al-Batran, director del Instituto de Investigación Clínica del Cáncer y director de Oncología en el Centro Krankenhaus Nordwest, de la Universidad de Frankfurt (Alemania), los resultados son clínicamente muy relevantes. “La adición de nivolumab a la quimioterapia en estos subgrupos de pacientes se convertirá en el estándar de atención para el tratamiento de primera línea. La pregunta abierta es el efecto en pacientes que tienen un CPS PD-L1 <5.

Pacientes asiáticos

Otro ensayo, el Attraction 4, fue similar a CheckMate 649, excepto por dos diferencias importantes: se realizó sólo en pacientes asiáticos y las variables primarias fueron diseñadas para todos los participantes, en lugar de un valor CPS específico. El tratamiento de primera línea con nivolumab más quimioterapia mejoró la variable de supervivencia libre de progresión coprimaria, pero no la supervivencia global.

“La mejora en la supervivencia libre de progresión fue clínicamente relevante y el ensayo apoya firmemente los resultados de CheckMate 649″, según Al-Batran, quien explica que “la supervivencia global no mejoró, posiblemente porque todos los participantes fueron tratados o porque los pacientes en Asia reciben más terapias posteriores que las poblaciones occidentales”.

Cambio de estrategia terapéutica

La quimioterapia de primera línea, con o sin pembrolizumab, en pacientes con carcinoma de células escamosas del esófago, adenocarcinoma del esófago o adenocarcinoma de unión gastroesofágica de tipo Siewert se ha analizado en el Keynote 590. Este estudio ha demostrado que pembrolizumab más quimioterapia mejoraron la supervivencia global en pacientes con carcinoma de células escamosas del esófago con PD-L1 CPS >10 tumores, todos carcinomas de células escamosas, todos los pacientes con CPS >10 y la población del estudio en su conjunto. También se mejoró la supervivencia libre de progresión.

“Espero que Keynote 590 cambie la práctica para los pacientes con carcinoma de células escamosas metastásicas o adenocarcinoma del esófago que tienen PD-L1 CPS >10 tumores, para quienes pembrolizumab añadido a la quimioterapia se convertirá en el estándar de atención en la primera línea”, señala Al-Batran.

Los resultados de estos ensayos ofrecen a los oncólogos nuevas opciones de tratamiento. En el entorno de primera línea, hay un claro cambio de nuestro estándar de atención, en el que los pacientes con alta expresión de PD-L1 serán candidatos para inhibidores del punto de control inmune más quimioterapia. Sin embargo, se necesitan más datos sobre los subgrupos que se benefician del tratamiento (por ejemplo, grupos PD-L1 CPS y MSI).” R. Serrano

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