La esperanza de vida en España, todavía lejos de los niveles de 2019 a causa de la pandemia

En 2021 se revirtió la reducción experimentada en 2020, pero la recuperación todavía no alcanza las cifras prepandémicas. Su impacto llevó a que la esperanza de vida rompiera la tendencia al alza y cayera a niveles de 2012, cuando la esperanza de vida en hombres era de 79,4 y en mujeres de 85, 1 años.

La llegada de la covid trajo consigo un aumento sin precedentes de las tasas de mortalidad en prácticamente todo el mundo. Muy pocos países consiguieron mantener sus niveles de esperanza de vida, sobre todo durante las primeras olas de infecciones.

Casi tres años después de aquella irrupción, las huellas de la pandemia siguen patentes. En muchos países, la esperanza de vida sigue cayendo, mientras que, en otros, como España, si bien la tendencia se ha revertido, los números todavía no alcanzan a los de los años de prepandemia. Lo demuestra una nueva investigación publicada en Nature Human Behaviour, que ha analizado los datos de 29 países entre 2015 y 2021.

“La esperanza de vida es un indicador sobre la mortalidad de un país, como si fuera una fotografía de la situación de mortalidad en un año. Refleja el número de años promedio que una recién nacida viviría si durante su vida prevalecieran los niveles de mortalidad de ese año. Es decir, no es una proyección o predicción de cuánto vivirá un individuo. La ventaja de este indicador es que es comparable entre países y en el tiempo, lo cual lo hace muy útil porque los países son de distinto tamaño y la estructura de la edad de la población también varía”, explica José Manuel Aburto, investigador de la London School of Hygiene and Tropical Medicine y uno de los principales firmantes del trabajo.

Más allá del aumento generalizado de la mortalidad registrado en 2020, el análisis mostró tendencias divergentes en los meses posteriores a ese primer impacto y, sobre todo, en 2021. Así, mientras que algunos países, como EEUU, Chile o la mayoría de países de Europa del Este continuaron experimentando caídas en sus cifras de esperanza de vida, otros han conseguido remontar.

Llama la atención el caso de Francia, Bélgica, Suiza y Suecia, que en 2021 ya estaban en niveles de esperanza de vida equiparables a los de los años previos a la pandemia (Dinamarca, Finlandia y Noruega fueron de los pocos que mantuvieron sus niveles de esperanza de vida incluso en 2020).

El caso de España

Otros países de Europa Occidental, entre los que se encuentra España, han conseguido revertir la tendencia a la baja que marcó 2020, pero aún no se encuentran en cifras similares a las que se registraban en 2019.

“España se vio afectada sustancialmente durante la pandemia. Esto se vio reflejado en una caída de esperanza de vida de 15 meses en 2020”, explica Aburto. “Para el 2021, el impacto de la pandemia fue menor, pero todavía sustancial y es por eso que aún sigue debajo de los niveles de 2019, en concreto 7,4 meses por debajo”, añade. El trabajo estima que la recuperación de esperanza de vida entre 2020 y 2021 es de 7,6 meses, lo que sitúa la tendencia aún lejos de la que se apreciaba hasta 2019.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), que todavía no tiene datos de 2021, en 2020 la esperanza de vida de los varones españoles se situaba en 79,6 años, mientras que para las mujeres era de 85,1 años. El año anterior, en 2019, estas cifras estaban, respectivamente, en 80,9 años y 86,2 años.

El impacto de la pandemia llevó a que la esperanza de vida rompiera la tendencia al alza y cayera a niveles de 2012, cuando la esperanza de vida en hombres era de 79,4 y en mujeres de 85, 1 años.

En países como EEUU, donde la pandemia ha agudizado una tendencia al alza de la mortalidad, la esperanza de vida en 2021 seguía siendo 28,2 meses inferior a la de 2019; una diferencia que alcanzó los 43 meses en Bulgaria y los 33 en Eslovaquia.

La importancia de la vacunación

Aunque hay muchas variables que pueden explicar esta divergencia en las tendencias, los autores señalan en la revista científica que uno de los factores influyentes fue el nivel de vacunación de la población.

“En 2021, la vacunación fue indudablemente importante para los países que experimentaron menores pérdidas o incluso una recuperación en la esperanza de vida”, señala Aburto. “Los sistemas de salud, y en general intervenciones de salud pública como los confinamientos, también tuvieron un impacto fuerte en la mitigación de los impactos de la pandemia sobre la esperanza de vida”, añade el investigador, quien cita el ejemplo de los países nórdicos, una de las pocas excepciones a la norma, “donde la esperanza de vida no se vio afectada substancialmente y también donde los sistemas de salud son fuertes”.

Recuperar los niveles de esperanza de vida prepandémicos puede ser una tarea complicada, sobre todo en los países que siguen manteniendo una tendencia a la baja, señalan en la revista médica los investigadores, quienes recuerdan que el impacto de la pandemia en la mortalidad no tiene precedentes en los últimos 70 años.

No sólo por la influencia directa de las infecciones, sino por su efecto sobre otras causas de muerte. “Por ejemplo, hay evidencia que sugiere que tratamientos de cáncer o enfermedades cardiovasculares no se dieron a tiempo durante la pandemia debido a la saturación del sistema de salud o miedo a infectarse en hospitales. Por otro lado, la pandemia ha afectado desigualmente a la población con resultados peores entre las subpoblaciones en desventaja”, indica Aburto. “Esto sugiere, junto con long-covid, que regresar a los patrones de crecimiento que se venían dando antes de 2019 puede tardar más de lo que esperaba en los próximos años”, concluye.

“El estudio pertenece a un grupo sólido que ha trabajado en esta temática desde hace años y que ha estado muy activo durante la pandemia. Sus conclusiones encajan muy bien con las evidencias existentes, al mostrar el efecto que puede tener una vacunación lenta o poco eficiente en fallecimientos y, por lo tanto, en pérdidas de esperanza de vida”, ha señalado Diego Ramiro Fariñas, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC en declaraciones a Science Media Centre España.

“Es interesante lo que recalcan en dos puntos. Por un lado, el efecto de la Covid-19 en los países del este de Europa. Por otro, la posible interrupción del proceso de acercamiento entre las esperanzas de vida del este y oeste de Europa en los últimos años, después de un período de estancamiento del crecimiento de la esperanza de vida en los países del este durante los años 80 y 90”.

“Las pérdidas persistentes de esperanza de vida por la covid-19 en el este de Europa y la recuperación de la esperanza de vida en el oeste no se sabe si van a crear una nueva división en términos de patrones de mortalidad y esperanza de vida entre este y oeste”, subraya. Cristina G. Lucio.

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