La caries, un indicador de riesgo para desarrollar periimplantitis

Las personas con más de dos caries triplican el riesgo de tener esta enfermedad inflamatoria que afecta a los tejidos que rodean al implante dental.

Las caries interproximales no tratadas aumentan significativamente el riesgo de periimplantitis, especialmente cuando se localizan por la zona mesial. Un estudio, llevado a cabo por investigadores de la UIC, muestra también como ciertos hábitos de estilo de vida se relacionan con un aumento en el riesgo de desarrollar periimplantitis. El consumo excesivo de azúcar, no seguir una dieta mediterránea y/o tener boca seca se asocian con un mayor riesgo. Los resultados del estudio orientan sobre las medidas de prevención efectivas en los portadores de implantes dentales

La caries no solo es una enfermedad oral infecciosa que guarda cierta relación causal con las enfermedades periodontales, sino que su presencia puede relacionarse con las periimplantitis, presentes en aproximadamente 1 de cada 4 personas con implantes dentales. Ahora un estudio liderado por el grupo de investigación de José Nart, del Departamento de Periodoncia de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) y vicepresidente de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), desvela una significativa vinculación entre las caries dental y determinados hábitos nutricionales con el desarrollo de esta infección que afecta a los implantes dentales y que, en muchos casos, los hacen fracasar.

El estudio, publicado recientemente en “Journal of Periodontology”, “ha explorado la posible relación entre la caries y la periimplantitis en pacientes parcialmente dentados (> de 20 dientes en boca), así como ha analizado la influencia de una serie de factores relacionados con el estilo de vida del paciente, tales como la nutrición, estado socioeconómico o la boca seca (xerostomía)”, según explica Javi Vilarrasa, primer firmante del estudio y profesor en el Departamento de Periodoncia de la UIC; todo ello, añade, “para poder implementar medidas de prevención efectivas en los pacientes portadores de implantes dentales”.

Para ello se han evaluado a 169 pacientes y un total de 311 implantes. Hasta un 92% de los pacientes presentaban al menos una caries y un 225% de los participantes fueron diagnosticados de periimplantitis. El estudio ha puesto de relieve que aquellos pacientes con más de dos caries presentaron tres veces más riesgo de desarrollar periimplantitis. Un hallazgo interesante, apostilla Vilarrasa, “ha sido comprobar como las obturaciones o caries interproximales no tratadas y contiguas a implantes dentales aumentan significativamente el riesgo de periimplantitis, especialmente cuando se localizan por la zona mesial”.

Por otro lado, la investigación revela que ciertos hábitos de estilo de vida se relacionan con un aumento en el riesgo de desarrollar periimplantitis. Tal y como indica José Nart, “los pacientes consumidores habituales de una ingesta exagerada de azúcar y no adherentes a la dieta mediterránea mantenían en un peor estado de salud sus implantes”, y también se observa como “aquellos pacientes con sequedad bucal manifestaban una cierta tendencia a un mayor riesgo de desarrollar periimplantitis”.

Importantes implicaciones clínicas

Estos hallazgos, a juicio de los investigadores de la UIC, plantean una serie de implicaciones clínicas. En primer lugar, la presencia de caries en pacientes parcialmente dentados portadores de implantes podría considerarse como un posible factor influyente en la aparición y severidad de las enfermedades periimplantarias; por lo tanto, tal y como señala. Alberto Monje, co-autor del estudio, “el riesgo de caries del paciente, así como su higiene oral y su estilo de vida, debería valorarse y monitorizarse a lo largo de la terapia de implantes”.

Junto a ello, los responsables del estudio apuntan la necesidad de prestar una especial atención a las obturaciones o caries interproximales no tratadas adyacentes a implantes dentales, “ya que su presencia podría denotar una higiene oral interproximal deficiente, pudiendo predisponer localmente a la inflamación periimplantaria”, afirma el primer firmante de la investigación.

Además, este trabajo sitúa como fundamental el papel del periodoncista e higiniesta a hora de recomendar a su paciente, desde el propio sillón dental, unos hábitos alimenticios y estilos de vida saludables que permitan alterar el metabolismo bacteriano y reducir la carga inflamatoria, ayudando así a prevenir la caries, y las enfermedades periodontales y periimplantarias.

Caries y enfermedades periodontales/periimplantarias

La caries y la periodontitis son enfermedades infecciosas notablemente prevalentes que ocurren aproximadamente en un 35% y 42% de la población, respectivamente. Actualmente se asume que tanto la caries como la periodontitis suelen concurrir, observándose una mayor proporción de caries en pacientes con periodontitis y viceversa. Además, ambas patologías se consideran como desórdenes crónicos y complejos que comparten ciertos factores etiológicos, tales como el biofilm bacteriano, genética, nutrición, tabaco, diabetes, hiposalivación, entre otros (aunque con procesos fisiológicos un tanto diferentes).

Partiendo de esta realidad, y dado que la periimplantitis es una patología ‘espejo’ de la periodontitis (pero en implantes dentales), se considera la existencia de una estrecha asociación con la caries. Se estima que aproximadamente un 24% de los pacientes portadores de implantes dentales desarrollan periimplantitis; su causa reside principalmente en la acumulación de un biofilm bacteriano, aunque también pueden incidir en su aparición una serie de factores locales, ambientales y/o genéticos. M.T.T.

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