José Luis Zamorano, cardiólogo. “Su corazón late cien mil veces al día, ¡es una máquina perfecta!”

José Luis Zamorano, cardiólogo. Tiene 58 años. Es de Madrid. Jefe de cardiología del hospital Ramón y Cajal de Madrid y catedrático de Medicina.

Cuánto late mi corazón cada día?

Cien mil veces.

Haré una multiplicación…

¿Cuál?

Cien mil latidos por mis días vividos.

¿Y cuántos días lleva vividos?

Ayer, 22.457 días.

Pues multiplique.

Mi corazón lleva 2.245.700.000 latidos.

Y bombea siete mil litros de sangre al día. Su corazón es una máquina perfecta.

¿Con qué obsolescencia?

Puede latir por un centenar de años.

Suele estropearse antes.

Cuidamos de sus tres sistemas propios.

¿Qué sistemas?

Uno, el eléctrico. Dos, el de compuertas. Tres, el de cañerías.

¿Eléctrico?

Con una pila (nodo sinusal) que envía un estímulo y el corazón se contrae. Como un interruptor, cableado y encendido de bombilla, incesantemente.

¿Compuertas?

Válvulas, que se abren y cierran conduciendo sangre, incesantemente.

¿Cañerías?

Coronarias, dos milímetros de luz, con las que el corazón se alimenta a sí mismo.

¿Y si falla el cableado??

Si falla el cableado, marcapasos; si falla una compuerta, se repara o cambia; si falla una cañería, bypass o stent.

Su atención al corazón ¿es de familia?

No, mi padre era abogado. Murió con solo 50 años… de un infarto.

Ah, ahí veo un motivo personal.

Mi padre era mi referente y me enseñó tesón. Luego buenos profesores me llevaron a la cardiología.

¿Cómo cuida usted de su corazón?

Tomo tres medidas: primera, evito estar gordo.

Segunda.

Restrinjo lácteos no desnatados, grasas, calorías.

Y tercera.

Cada final de día me doy un paseo de media horita, a paso vivo.

El mayor enemigo del corazón es…

El asesino capicúa: LDL (low density lipoproteins), lipoproteína de baja densidad, o colesterol malo.

¿Malo por qué?

Estrecha y tapona arterias: arteriosclerosis. Pero innovaciones tecnológicas están mejorando mucho los tratamientos de las dolencias vasculares y las valvulopatías.

¿Por ejemplo?

Con cirugía percutánea: mínimas incisiones en la piel. Y con inteligencia artificial.

¿En qué se aplica la IA?

En diagnosis: un programa de ordenador de reconocimiento de voz permite ya detectar cardiopatías muy precozmente.

¿Por la voz?

¡Y por el rostro! Las madres tenían razón: “Tienes mala cara”. Cambios en el rostro permitirán predecir eventos cardiovasculares con anticipación.

¿Más innovaciones?

Ecografía portátil: con el móvil veré tu corazón. Parches en la piel: emitirán visiones del corazón. TAC espectral: sin casi radiación y rápido, captará cardiopatías.

¿Y en terapias hay también avances?

Sí, aunque el médico será insustituible siempre, pues no hay ordenador que proporcione cariño al paciente.

¿El cariño cura?

Sin duda, el cariño del médico propicia la curación del paciente.

En una analítica me sale el LDL un poquito alto.

Es alto, déjese de “un poquito alto”: con más de 55 miligramos por decilitro ¡es alto! El LDL es el colesterol asesino, y si aprecias tu vida debes combatirlo.

Seguiré sus tres medidas, doctor.

Bien hecho. La mitad de los cardiópatas reincide al año del primer evento, y el 75%, en los tres años siguientes. ¡No es de recibo!

Eso lo atribuye a…

A que no respetamos el rango de LDL, lo que será cada día menos de recibo, dado que cada día dispondremos de más armas.

¿Cuáles, doctor?

Además de dieta y ejercicio, pastillas de estatina. Y otras sin daños secundarios.

¿Algún arma más?

Sí, “la vacuna del colesterol”: inhibidores de PCSK9, impiden que se forme colesterol malo. Valdrá una inyección semestral.

¡Olé, bravo! ¿Y cada cuánto tocaría hacerme una analítica de LDL?

Una anual desde los 40 años. Y combinando LDL con presión arterial (12/8 es lo ideal­), con edad y tabaco fumado, obtienes tu semáforo de riesgo cardiovascular.

¿Aún es la cardiopatía nuestra causa primera de muerte?

Sí, causa una de cada cuatro muertes en España. Y las mujeres se demoran en vigilarse y nos llegan con peor pronóstico.

El colesterol asesino

Si sientes que te falta el aire­, si sientes palpitaciones o arritmias o que el corazón se te sale por la boca, si notas una losa en el pecho o un nudo en el cuello… ¡corre al cardiólogo! Me lo advierte el doctor Zamorano, que en su triple vertiente asistencial, docente e investigadora es hoy el médico cardiólogo más citado del mundo, con más de 500 artículos publicados en inglés y 22 libros sobre cardiología en la misma lengua. Como español (jlzamorano.com), el doctor se felicita de que en el Mediterráneo padezcamos menos hipercolesterolemia (es decir, LDL elevado) que en el norte de Europa, pero me insiste en que controlemos todos nuestros rangos de colesterol malo, asesino. Y con mirada socioeconómica me señala que la cardiopatía nos cuesta a los españoles 9.000 millones de euros al año.

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