Inmunoterapia personalizada para el tratamiento del cáncer

Por el Dr. Aleix Prat, Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínic y miembro fundador de España Salud.

El sistema inmune defiende nuestro organismo de infecciones y del desarrollo de tumores. Pero en ocasiones, como por desgracia observamos a diario a nuestro alrededor, su eficacia no es suficiente para evitar la progresión del cáncer. En la última década, se han desarrollado dos procedimientos fundamentales para aumentar la potencia antitumoral del sistema inmune. Uno de ellos se basa en eliminar un freno natural que tiene el sistema inmune (los denominados PD1, PDL1 y CTLA4).

Este freno es necesario en condiciones normales para evitar una actividad excesiva y dañina de las células del sistema inmune sobre los tejidos sanos. Pero si la persona desarrolla un cáncer, es conveniente eliminar estos frenos y que el sistema inmunológico desarrolle todo su potencial contra el tumor. Los descubrimientosde estos frenos y de cómo liberarlos, por parte de los doctores James P. Allison y TasukuHonjo,hanmerecido el Nobel de Medicina 2018.

El segundo procedimiento se basa en recoger células del sistema inmune del paciente y modificarlas en el laboratorio para que tengan un mayor efecto antitumoral. Así, podemos multiplicar por 30 o por 100 aquellas células inmunes que se han especializado en la lucha contra el cáncer. Para ello se seleccionan y expanden las células inmunes que  infiltran los tumores (los denominados linfocitos T infiltrantes o TILs en su acrónimo en inglés).

Pero es quizás la modificación genética de las células inmunes la que está dando lugar a unos resultados más impresionantes en la lucha contra el cáncer. Esta modificación genética consiste en la introducción de 3 genes en las células inmunes. Uno de ellos hará que estas células ataquen específicamente el tumor, el segundo gen hará que la célula se active y prolifere en cuanto se ponga en contacto con el tumor, y el tercer gen hará que la célula inmune persista en la sangre del paciente hasta que ya no sea necesaria. A estas células modificadas de esta manera les llamamos células CARs.

Finalmente, otros tipos de tratamiento personalizado son las llamadas “vacunas antitumorales” que similarmente a las vacunas antiinfecciosas buscan ayudar a los linfocitos a que reconozcan más y mejor el tumor del paciente;aunque los resultados hasta la fecha han sido muy limitados, existen numerosos estudios evaluando nuevas formas de vacunar a los pacientes con cáncer o a la población con riesgo elevado de padecer un cáncer concreto.

No hay lugar a dudas que estamos ante los inicios de la terapia inmunológicacontra el cáncer. En los próximos años, veremos la incorporación de tratamientos y estrategias terapéuticas aún más personalizadas que conseguirán mejorar la salud de los pacientes que sufren esta enfermedad.

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