Ingresar en una uci llena aumenta en un 20% el riesgo de morir

En la primera ola de la pandemia de covid era una sospecha, y ahora un estudio desarrollado por diversas instituciones científicas británicas lo constata: cuando las unidades de cuidados intensivos rozan el máximo de su ocupación, el pronóstico de los pacientes ingresados empeora. Entrar en la uci de un hospital muy tensionado comporta un 20% más de riesgo de morir.

Científicos de la Universidad de Warwick, el Imperial College de Londres y el Instituto Alan Turing, entre otros, han analizado datos de 4.032 pacientes de entre 18 y 99 años que fueron ingresados por covid en las ucis de 144 centros hospitalarios ingleses entre el 2 de abril y el 1 de junio.

Los investigadores evaluaron el impacto que tenía sobre el pronóstico de estos enfermos la disponibilidad de camas en la uci con acceso a respiradores mecánicos, considerado un indicador clave del estrés hospitalario.

Los resultados del análisis, publicados en el repositorio MedRxiv, y que aún deben ser revisados por la comunidad científica, muestran que cuando estas unidades de cuidados intensivos alcanzaron el 85% de su capacidad, el 38,4% de los pacientes ingresados murieron, y calculan que la probabilidad de no sobrevivir era un 19% más elevada. En cambio, cuando la ocupación de las ucis era inferior al 45%, el riesgo de mortalidad disminuía un 25%. “La asociación entre el riesgo de muerte y la ocupación de camas es linear: a medida que la ocupación aumenta, el pronóstico de los pacientes empeora”, señala en un comunicado Bilal Mateen, investigador del University College de Londres (UCL) y coautor del trabajo. “En el peor escenario, cuando todos los respiradores mecánicos están ocupados, el riesgo de morir del paciente casi se duplica”, añade.

Estudios previos ya sugerían que una mayor ocupación de las ucis se asociaba a una mayor mortalidad de los pacientes. La novedad principal de este trabajo es que logra cuantificar el incremento en la probabilidad de fallecer. “La asociación entre ocupación y riesgo de mortalidad es mucho mayor de lo que sospechábamos”, señala Harrison Wilde, investigador de la Universidad de Warwick.

Ricard Ferrer, jefe de la uci del hospital Vall d’Hebron y presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, señala que “el factor que más impacta en el pronóstico del enfermo es disponer de camas uci para poder ingresarlo desde el inicio de la enfermedad grave”. La ocupación de las unidades de intensivos, por ejemplo, en Catalunya se sitúa en torno al 85%, una cifra por debajo de la real, según Ferrer, puesto que tras la primera ola se aumentaron a 1.000 las 600 camas para pacientes graves que tiene Catalunya, pero no se ampliaron los recursos humanos. “Los médicos y las enfermeras están trabajando más del 100%. Si tensionamos el sistema, tendremos más muertos evitables”. Cristina Sáez

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