Hasta un 30% de los españoles con dermatitis atópica grave no responde al tratamiento

El estudio del nuevo medicamento dupilumab parece ser una alternativa terapéutica efectiva y sin efectos secundarios

Daños metabólicos e incremento de la tensión son algunos de los efectos secundarios que puede producir el tratamiento convencional

Las personas con enfermedad cutánea pueden padecer problemas psicológicos como ansiedad o depresión

Sofía Larrucea

Muchos pacientes de Dermatitis Atópica (DA) pronto podrán convertir en realidad uno de sus deseos. Aunque no será el mejor de todos, pues la cura de su enfermedad aún no ha llegado, sí que se será posible controlar su molesta sintomatología, aunque su DA sea de fase grave y resistente a las terapias convencionales. Además, todo parece indicar que se hará sin producir efectos secundarios. Al menos es lo que demuestran dos estudios en fase III  (LIBERTY AD SOLO 1 y SOLO 2) que se han presentado recientemente sobre el nuevo medicamento dupilumab. Se trata de un anticuerpo monoclonal que bloquea las dos proteínas llamadas IL-4 e IL-13, causa fundamental en la inflamación de la DA. De este modo, y siguiendo las conclusiones de los ensayos, dupilumab se ha convertido en el primer fármaco de una nueva clase de terapias biológicas que ha demostrado una mejora significativa de los signos y síntomas de la DA a las 16 semanas. Aunque se estima que no será hasta pasados como mínimo dos años cuando dispongamos de este medicamento en nuestro país, todo apunta a que este medicamento supondrá una mejora significativa, sobre todo, en aquellos pacientes con formas graves de la enfermedad y que no responden a las terapias convencionales, que se estima que representan hasta un 30% de las personas con DA grave. “El peligro principal de que la dolencia no esté bien controlada es la gran alteración que provoca sobre la calidad de vida del paciente”, advierte Joaquín Sastre, presidente de la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica y alergólogo de la Fundación Jiménez Díaz.

La DA ―una forma grave de eccema― es una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por picor e inflamación en la piel que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. A pesar de que los síntomas parecen ser superficiales, la DA se caracteriza por una inflamación sistémica subyacente. Sus síntomas son tan molestos como frecuentes en algunos casos. Lesiones cutáneas, picor o infecciones causadas por bacterias como el Staphylococcus aureus, son las más comunes. Asimismo, como sucede con otras afecciones dermatológicas como la psoriasis, las afectaciones físicas pueden derivar en problemas psicológicos como ansiedad, depresión o sentimientos de aislamiento social, por ejemplo. “Ello se entiende al considerar que muchas veces, sobre todo en los adultos, la manifestación de la enfermedad suele producirse sobre la cara, lo que provoca dificultades a la hora de relacionarse con normalidad”, explica el especialista Joaquín Sastre.

A la molesta sintomatología se suma, además, que la oferta terapéutica actual es limitada. “El mayor inconveniente de los tratamientos actuales son los efectos secundarios que provocan”. Mientras que los esteroides pueden provocar osteoporosis, estrías en la piel y daños metabólicos, la ciclosporina suele subir la tensión y  puede afectar al hígado y al riñón. Dupilumab no solo representa una alternativa para aquellos pacientes que sean resistentes a las terapias actuales, sino que además, seguramente sea una opción de tratamiento para otras enfermedades como el asma o la poliposis nasal. Todas ellas, afirma el especialista Sastre, de origen atópico. “Es raro que una enfermedad alérgica debute sola en una persona, normalmente la dolencia atópica suele ir acompañada de otras”, concluye.

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