Hallados los primeros indicadores de pronóstico para el cáncer de mama más agresivo

Investigadores del CNIO identifican seis proteínas quinasas que predicen la evolución del tumor

La evolución del tipo más agresivo de cáncer de mama, llamado triple negativo, depende de si están activas o no seis proteínas concretas, según una investigación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en Madrid.

El avance, presentado el pasado agosto en la revista Nature Communications, abre la vía a desarrollar un test para precisar el pronóstico de cada paciente y, en función del resultado, decidir el tratamiento más apropiado. Asimismo, abre el camino al desarrollo de tratamientos farmacológicos para actuar sobre estas seis proteínas.

Los investigadores han ensayado con éxito esta nueva estrategia de tratamiento en ratones a los que habían implantado tumores humanos. Sin embargo, ni el test de pronóstico ni el tratamiento farmacológico que se pueden derivar de la investigación están a punto aún para aplicarse en personas.

Los cánceres de mama llamados triple negativos engloban aquellos que no tienen ninguno de los tres receptores específicos sobre los que se puede actuar con fármacos (receptores de estrógenos, de progesterona y de HER-2). A falta de terapias que se puedan dirigir contra los receptores, el tratamiento farmacológico se basa en la quimioterapia. Sin embargo, se trata de un grupo de cánceres heterogéneo y la respuesta de las pacientes al tratamiento es variable.

Los investigadores del CNIO, dirigidos por Miguel Ángel Quintela, han demostrado que son claves seis proteínas del grupo de las quinasas. Se trata de enzimas que regulan otras proteínas y que están involucradas en el metabolismo y la proliferación de las células. Si cualquiera de estas seis proteínas está activa, el riesgo de que una paciente recaiga tras haber recibido tratamiento se multiplica por diez.

Contra alguna de estas quinasas ya existen fármacos aprobados, por lo que podrían ensayarse en pacientes que tengan la proteína en cuestión activa. En los ensayos realizados con animales, los investigadores han encontrado combinaciones de fármacos con una “prometedora actividad antitumoral”, según afirman en Nature Communications.

En las imágenes, tejido mamario de una paciente con recaída y que presenta los marcadores de fosforilación activos (izquierda; color marrón intenso), frente al tejido procedente de una paciente sin recaída y que no presenta estos marcadores activos (derecha). /CNIO

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