Gonçal Lloveras, especialista en gestión hospitalaria: “Se equivocan los que piensan que detrás de la sanidad puede haber un buen negocio”

el-comunicador-sergi-mas-izquierda-comparte-confidencias-con-gon-al-lloveras-en-un-momento-de-la-entreviista-foto-santi-medina.pngSERGI MAS.  Le doy vueltas y más vueltas. Y nada. No recuerdo ni dónde ni cuándo fue mi primer encuentro con Gonçal Lloveras. ¿En un estudio de radio? ¿En un plató de televisión? ¿En una sala de urgencias? ¿En un restaurante? Ni idea. Pero desde aquella borrada primera cita hasta la que se produjo con motivo de esta entrevista, siempre, siempre, siempre hay, ha habido y habrá un abrazo, una sonrisa y una complicidad. Las tres cosas. Siempre. No es fácil impregnar de un carácter constantemente positivo un entorno personal dispuesto y un círculo profesional amable. Pero Gonçal lo consigue.

¿Crees que la proximidad del médico es una característica importante para cumplir su labor terapéutica?

Este concepto  es el que aprendí de mi padre y el que me han ido enseñando otros médicos. La empatía, la confianza y la sinceridad entre el paciente y el profesional es fundamental para un diagnóstico correcto y certero. Uno de los problemas que tiene la medicina es el egocentrismo de muchos profesionales, pensar que son superiores a las demás personas. En este centro, he llegado a descartar hasta 20 profesionales con currículos excepcionales por poca sensibilidad humana.

Cambiemos de tema. En los últimos meses se ha producido en Barcelona una concentración de prácticamente el 70% de la propiedad de los centros y clínicas privadas en un solo accionista, como es el grupo IDC Salud (antiguo Capio). ¿Cómo se ve esta concentración desde una clínica independiente del capital riesgo? 

La concentración normalmente no es buena señal. Asusta que se pierda el espíritu de medicina privada. Que grupos tan potentes acaben controlando casi el 70% de las camas privadas de la ciudad y acaben imponiendo qué tipo de medicina que se debe hacer. Es algo perjudicial para la profesión. La esencia de las clínicas privadas es dar libertad a los médicos. Estos fondos de inversión tienen la mirada puesta principalmente en la plusvalía y en la calidad del servicio y la investigación no forma parte esencial de su filosofía. Además, esta concentración puede encarecer los servicios médicos, pues supone una presión sobre las aseguradoras, que representan una parte muy importante, sobre el 25% de la población catalana a la que prestan asistencia. Se equivocan todos esos que piensan que detrás de la sanidad puede haber un buen negocio.

A esta problemática se añade el hecho de los casos de corrupción en la sanidad catalana… 

Efectivamente, los últimos años han sido noticia destacados “negocios” alrededor de la sanidad pública catalana. De hecho, los consorcios sanitarios, que atienden a un 30% de la población, aglutinan casi el 90% de los casos de corrupción. El principal problema podría ser que la mayoría de los servicios que ofrece la Administración están gestionados por personas pertenecientes a partidos políticos. La solución sería, precisamente, la independencia de la gestión de la política. Tendría que haber un pacto en el que se manifestase que los servicios básicos deberían tener una aportación determinada sobre el PIB. De todas formas, esto no hay quien lo arregle. Tengo la sensación de que los casos de corrupción en la sanidad podrían continuar. El último caso conocido es el de la adjudicación del servicio de transporte sanitario, por ejemplo.

¿Qué precio suelen pagar las aseguradoras respecto a la tarifa privada? 

Varía en función de los centros y las especialidades, pero a modo orientativo, podríamos decir que un 25% respecto a las tarifas privadas. En tu condición de vicepresidente de ACES.

¿Por qué interpretas que se ha tardado tanto en investigar la actividad privada del Clínic en Barnaclínic, que además presenta un fondo de maniobra negativo? 

Hay interés en que Barnaclínic exista porque hay una serie de médicos que se han beneficiado de una forma descarada a través de esta sociedad. Ha sido una forma de mantener callados a una serie de médicos, muchos de ellos primeras figuras, que generan y crean opinión. Es una falta de ética que se ha criticado desde hace tiempo pero se hacía oídos sordos. Se podría dar la situación de que el mismo médico le dijese a un paciente que le opera con cargo al seguro muchos meses después, pero si paga 15, 20 o 30.000 euros, la intervención se pueda hacer en 24 horas en el mismo recinto clínico, pero en un piso más arriba.

¿Dónde se encuentra el umbral de rentabilidad de un centro médico? 

Es muy difícil. Lo valoramos en función del volumen de actividad y de ocupación hospitalaria. De este modo, para que un centro sea rentable, debe tener, de media, un nivel de ocupación superior al 75% y una utilización quirúrgica por encima del 70%.

¿La crisis de los últimos años ha incrementado la actividad hospitalaria privada? 

Sí. El traspaso de gente de la pública a la privada ha aumentado un 25% aproximadamente. Hemos pasado de ser un servicio complementario a ser un sistema totalmente alternativo al sistema público, pero el nivel de exigencia es cada vez más alto por parte de los pacientes. Ello también nos obliga a una mejora constante en nuestra actividad.

El modelo del actual sistema público de salud parece obsoleto y con un pasivo que difícilmente se podrá absorber algún día. ¿Qué medidas podría adoptarse para la eficiencia del sistema? 

Lo primero que debemos entender es que no somos un país rico y lo que teníamos hace unos años es una falacia. No nos podemos permitir los hospitales y otros servicios sanitarios que tenemos. Deberíamos repasar el catálogo de prestaciones del sistema de salud. Asimismo, tendríamos que comenzar a entender que hay centros que se deben cerrar y concentrar en hospitales grandes determinados servicios ¿Es lógico que haya cuatro equipos de trasplantes de corazón en Barcelona? No tiene sentido. Deberíamos marcar claramente cuáles son los niveles asistenciales de cada centro. Además, muchas veces se tiene la maquinaria pero el personal no está preparado. Dentro del mundo occidental,
somos un país pobre, debemos racionalizar los recursos.

PERFIL

Gonçal Lloveras Rubio, 51 años, licenciado en Medicina y Cirugía por la UAB, y máster en Gestión Hospitalaria  Sanitaria por la Universidad de Minnesota (EE.UU). En 2009  fue nombrado director hospitalario del grupo Fiatc. Desde la inauguración en 2011 dirige Clínica Diagonal, el más moderno centro del área de Barcelona. Durante seis años fue director asistencial estatal de la antigua Fimac, actualmente Activa Mutua de Accidentes de Trabajo. Miembro fundador de Barcelona Salud y España Salud y vicepresidente de ACES. Gran aficionado al fútbol, estuvo en una junta directiva anterior del FCB. Su gran hobby son los medios de comunicación, donde lleva años como presentador de rogramas de debate televisivos y de divulgación médica.

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