En España mueren al año 4.000 personas por infecciones debidas a bacterias multirresistentes

Expertos señalan que, si no se toman medidas, en el año 2050 las resistencias a los antibióticos será la primera causa de muerte por enfermedad.

“En España, según datos del Ministerio de Sanidad a día de hoy mueren al año 4.000 personas por infecciones debidas a bacterias multirresistentes, cuatro veces el número de muertes debidas a los accidentes de tráficos”. Así lo ha puesto de manifiesto recientemente en el Congreso de los Diputados Antonio López Navas, coordinador del Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos (PRAN) en Salud Humana y jefe adjunto del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), durante el acto de presentación del Informe sobre las resistencias a los antibióticos, organizado por Hiris Care.

La presentación de este documento en la Cámara Baja ha reunido a legisladores, sanitarios y expertos que han debatido sobre la necesidad de luchar contra el importante problema de salud mundial que suponen las resistencias  antimicrobianas, así como sobre la urgencias de promover un uso racional de antibióticos para evitar que se pueda llegar a un escenario hipotético que algunos auguran: si no se toman medidas, en el año 2050 las resistencias a los antibióticos será la primera causa de muerte por enfermedad.

Según explican sus responsables, el objetivo de este informe es servir de referencia a la hora de abordar un problema en constante evolución y que requiere de un abordaje multidisciplinar (tanto entre profesionales sanitarios como con el resto de agentes implicados). Además, tal y como ha añadido López Navas, la solución pasa por el concepto conocido como one health (una sola salud): “La salud humana, la sanidad animal y el medioambiente están entrelazados, y no podemos trabajar solos. Los esfuerzos aislados de los diferentes sectores ya no son eficaces y hay que pensar en una perspectiva mucho más global”.

Una amenaza “silente”

En este foro también ha intervenido Rafael Cantón, asesor principal del informe y jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid), quien ha apuntado que si bien la pandemia de la covid-19 ha eclipsado buena parte del debate sanitario en los últimos meses, las resistencias a los antibióticos sigue siendo una amenaza “silente”.

De hecho, ha citado algunos de los principales mensajes que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzan sobre este problema. Entre ellos destacan que la resistencia a los antimicrobianos “es una de las diez principales amenazas de salud pública para la humanidad”, que el uso indebido y excesivo de los antimicrobianos supone un factor “determinante” y que sin antimicrobianos eficaces, los resultados de la medicina moderna se verán seriamente comprometidos. “Se necesitan inversiones urgentes para desarrollar nuevos antimicrobianos”, ha añadido Cantón.

De cara a cómo impacta esta amenaza, el asesor principal del informe pone el foco en cómo afecta al incremento de la mortalidad y del gasto sanitario. “De no actuar, en el año 2050 tendremos más de 10 millones de muertes al año, superando a las muertes por cáncer”, ha indicado haciendo alusión a un informe de 2016.

Prácticas clínicas seguras

Junto a Cantón, Jesús María Aranaz, jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Ramón y Cajal, ha puesto en valor la importancia del abordaje coordinado y multisectorial del problema de las resistencias acompañado de prácticas clínicas seguras para evitar efectos adversos.

Sobre esta cuestión, ha expuesto que dentro del grupo de trabajo que ha realizado este informe se ha analizado con detenimiento cómo sería posible aplicar un uso adecuado de los antimicrobianos a un ejercicio profesional marcado por una buena praxis. Pues bien, la conclusión alcanzada es que es preciso cumplir con una serie de criterios que considera esenciales. De hecho, lo que Aranaz ha denominado las “buenas prácticas operativas” pasan por “no prescribir antimicrobianos si no es necesario, prescribirlos atendiendo al más adecuado empíricamente, desescalar el tratamiento antimicrobiano según los resultados microbiológicos tan pronto como sea posible y optimizar la duración” de dicho tratamiento. “Si no implementamos esto sin demora, volveremos a estar en una situación crítica”, ha añadido.

Los autores de este documento han insistido en varias ocasiones en que este informe busca ser una herramienta que permita el abordaje continuo de un problema cambiante como es la resistencia a los antimicrobianos. De ahí que José Barberán, jefe de Servicio de Medicina Interna de Hospitales HM, haya expuesto durante su intervención qué indicadores plantea este documento que pueden ser esenciales para “conocer, cuantificar, actuar y medir” las resistencias. “Las resistencias condicionan nuestro trabajo a pie de cama del paciente todos los días”, ha expuesto.

En cuanto a los indicadores en sí, ha señalado cinco: factores de riesgo, tipos de resistencias, morbilidad/mortalidad, estancia hospitalaria y coste sanitario.

Un problema que afectaría a la “medicina moderna”

También ha participado en este foro Isabel Jado, directora del Centro Nacional de Microbiología, quien ha expresado que el problema de las resistencias “ha salido de las publicaciones científicas y aparece ya en medios generalistas”, y ha insistido en que “la medicina moderna es inviable sin antibióticos efectivos”.

En cuanto a cómo actúa la institución que dirige para luchar contra esta conflicto, pone en valor su programa de vigilancia de resistencia a antimicrobianos y la red de laboratorios para la vigilancia de los microorganismos resistentes que están implementando junto al PRAN (con el que también colabora a través de otras iniciativas).

Otra voz que ha tomado parte de este acto ha sido la de Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad. Tras exponer cómo en los últimos años se han puesto en marcha políticas sanitarias, tanto a nivel nacional como internacional, para hacer frente a este problema, ha ahondado en la idea de que las acciones del presente marcarán el escenario futuro; acciones que, a su juicio, son necesarias y deben emprenderse desde la “colaboración” y el trabajo “multidisciplinar”.

Al inicio del acto, durante la presentación del mismo, Sergio Rodríguez, director general de Pfizer, también ha subrayado que “los desafíos contra las resistencias antimicrobianas son una de las mayores amenazas que hay de salud pública mundial” y ha hecho hincapié en el importante rol que juegan en esta lucha los agentes del sector sanitario, entre ellos, la industria farmacéutica. M. Bustelo

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