El conocimiento sobre la fibromialgia se ampliado en los últimos años gracias a la labor de los investigadores

La fibromialgia es una enfermedad que sigue presentando grandes dudas, tanto a los pacientes que la padecen, como a los profesionales que la tratan. La dificultad radica en la variedad de síntomas que los afectados pueden presentar y la falta de respuesta frente a determinados tratamientos.

En los últimos años, la creciente labor investigadora nos permite ampliar el conocimiento sobre esta patología. El propio término de fibromialgia se está cambiando por el concepto de síndrome de sensibilización central, aludiendo al estado en el que cual el sistema nervioso central amplifica los estímulos que le pueden llegar a los diferentes sentidos, de modo que estímulos que normalmente no son dolorosos se perciben como dolor.

Dolor generalizado, cansancio, alteración del sueño, rigidez músculo esquelética, dificultad de concentración, alteraciones de la memoria, ansiedad, depresión, alteraciones del equilibrio, debilidad muscular, se suman a otros síntomas como dolor pélvico crónico, vulvodinia, cistitis intersticial, colon irritable, cefalea crónica o síndrome de piernas inquietas.

Los expertos coinciden en señalar la importancia de utilizar diferentes enfoques para el abordaje de los síntomas de la fibromialgia. El tratamiento multidisciplinario es lo más indicado, en el que se incluye: educación e información sobre la enfermedad, ejercicio físico; tratamiento psicológico, especialmente terapia cognitiva-conductual, tratamientos farmacológicos, técnicas más intervencionistas y dieta.

En el campo de la dieta, determinados estudios apuntan a la relación de la aparición de ciertos síntomas con intolerancias alimentarias, de modo que, en caso de sospecha, será necesario realizar pruebas específicas de laboratorio. También determinadas sustancias pueden influir en la transmisión o mantenimiento del dolor, como el glutamato o el aspartato. Por último, un bajo consumo de ácidos grasos omega-3, vitamina B6, magnesio, zinc y antioxidantes pueden relacionarse con la aparición de síntomas.

Dificultades para un correcto diagnóstico

Esta patología afecta a entre un 3 y un 5% de la población y en las consultas de reumatología y unidades del dolor puede suponer entre el 10 y el 20% de los pacientes tratados.

Llegar al diagnóstico de la fibromialgia no es sencillo, ya que no existen pruebas específicas que determinen que se padece esta enfermedad. Éste se basa en el historial de síntomas y en la exploración; antes se daba importancia a la presencia de determinados puntos dolorosos, pero según los nuevos criterios de la Asociación Americana de Reumatología son más importantes los síntomas asociados que presente el paciente.

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