El abuso de pantallas alimenta la obesidad infantil

El 60% de los niños pasa más de dos horas al día frente a ellas. El vínculo entre uso de pantallas y sobrepeso se explica por varios mecanismos y ha sido constatado en estudios.

El mensaje no es nuevo, pero no por ello deja ser relevante: los niños pasan excesivo tiempo ante las pantallas. Ahora han sido los pediatras quienes han vuelto a alzar la voz para advertir de que “más del 60% de los niños pasan más de dos horas diarias frente a una pantalla”, y eso está haciendo mella en su peso y en su salud. Aprovechando que mañana es el día europeo contra la Obesidad, desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) han recordado que es la enfermedad crónica más prevalente entre los niños y adolescentes españoles, que uno de cada tres niños presenta sobrepeso u obesidad y que a pesar de los planes preventivos y de las recomendaciones de los médicos las cifras no mejoran. Y en esa dificultad para rebajar la prevalencia de la obesidad (solo ha disminuido medio punto porcentual desde el 2019, según el estudio Pasos 22 de la Gasol Foundation) es donde los especialistas en salud infantil ven los efectos del uso inadecuado de las pantallas.

“Este es un nuevo factor de riesgo de obesidad que está despuntado” porque la proporción de niños y adolescentes que cumplen las recomendaciones de la OMS de no exponerse más de dos horas al día a las pantallas es muy baja (36% entre semana y 16,2% los fines de semana) y se ha reducido de forma significativa en los últimos cuatro años, dicen desde la AEP. Y este consumo excesivo de pantallas, además de alentar el sedentarismo, el aislamiento, conductas adictivas o la depresión, conlleva el incremento de la ingesta de alimentos no saludables y mayor riesgo de obesidad, tal y como advierte el doctor Julio Álvarez Pitti, coordinador del comité de promoción de la salud de la AEP.

La relación entre el uso inadecuado de pantallas y la obesidad se explica por varios mecanismos y ha sido constatada en diferentes estudios científicos. “Existe evidencia de que a mayor número de horas de pantallas –y en particular frente al televisor–, mayor ganancia de peso”, resumen los pedia­tras­.También hay consenso en que los niños que pasan más tiempo frente a pantallas tienen un mayor consumo de alimentos no saludables, como bebidas azucaradas, aperitivos salados, pasteles, dulces… y en cambio toman menos frutas y verduras. En este sentido, un metaanálisis publicado en Plos One sobre la influencia de la publicidad online de alimentos en los comportamientos alimentarios de los niños y adolescentes concluyó que la publicidad de alimentos poco saludables que llega a los menores a través de internet favorece su consumo, reduce la ingesta de alimentos saludables y conduce a una dieta menos sana.

De ahí el interés de médicos y otros expertos en que se avance en la regulación de la publicidad de alimentos insanos para niños y siga adelante la legislación presentada el pasado año por el ministerio de Alberto Garzón, paralizada por el veto del Ministerio de Agricultura. Pero hay otros aspectos en que el tiempo de pantalla influye en la alimentación y se relacionan con la obesidad infantil. Si se pasa mucho tiempo frente al móvil, el ordenador o la televisión, es probable acabar comiendo también frente a la pantalla, y eso favorece comer distraído, perder la noción de cuánto se come y de las señales de saciedad… y el resultado es que se comerá más.

Por otra parte, la mayor exposición a imágenes y mensajes relacionados con la comida puede afectar tanto a la elección de los alimentos como a la relación con la comida o con la imagen corporal. Y el uso excesivo de pantallas puede interferir en los patrones de sueño, y dormir poco o tener una mala calidad del sueño altera las hormonas reguladoras del apetito y conduce a una mayor ingesta de alimentos, en especial de los menos saludables. En cambio, no está tan clara la relación entre el uso de pantallas y la disminución de la actividad física. Mayte Rius

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